La Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza está de luto. Ayer lunes, día 16 de marzo, falleció su Cofrade Ejemplar, Manuel Jiménez Velasco, a la edad de 91 años. Su despedida será a partir de las 16.30 de la tarde de este martes, en la Parroquia de Santiago Apóstol.
Nuestro querido hermano, nuestro maestro Manuel Jiménez Velasco, fue el primer Cofrade Ejemplar de nuestra localidad. El nombramiento fue una iniciativa de la Agrupación de Cofradías de Montilla y se hizo efectivo el 31 de marzo de 2009 en el Salón Municipal San Juan de Dios.
Manuel llevaba toda su vida ligado a la Semana Santa, siempre atendiendo a las necesidades de la hermandad y sobre todo dedicado a nuestra titular. Hijo del que fuera hermano mayor de esta hermandad durante los años 1926 a 1936 y renovador de la Semana Santa montillana, don Manuel Jiménez León, además de hermano del que también lo fue durante los años 1940 a 1954, don Antonio Jiménez Velasco, ambos fallecidos y gozando ya de estar al lado de Dios, a donde seguramente él esté con ellos.
En su caminar dentro de nuestra Semana Santa, don Manuel Jiménez Velasco estuvo siempre en la sombra, pero trabajando activamente. No en vano, ha sido camarero de María Santísima de la Esperanza, uno de los máximos artífices de que la Reina del Jueves Santo estrenara un nuevo manto en los años 90. Su casa ha servido hasta los años 80 como ropero de la Virgen, incluso el manto anterior fue confeccionado en su empresa familiar, una empresa que actualmente regenta su hijo y que realiza los hábitos de todas las hermandades de nuestra Semana Santa, además de trajes de romano y algunos otros uniformes semanasanteros.
De su casa salió la corona que toca a María Santísima de la Esperanza o la imagen del titular de la hermandad es un regalo de su madre en 1954 a la muerte de su padre, como así figura en una placa que Jesús Preso tiene en su anatomía. En el año 2004, y coincidiendo con el cincuentenario de Jesús Preso, se le hizo entrega de la primera insignia de oro de la hermandad, un reconocimiento a su trabajo que vino avalado por el Obispado de Córdoba y que se hizo efectivo el 18 de diciembre de ese año, día de Nuestra Señora de la Esperanza.
Manuel Jiménez Velasco le debe mucho a la Semana Santa montillana, al igual que la Semana Santa de Montilla le debe a nuestro hermano, sobre todo por tener un día de inspiración divina y poner el nombre de Esperanza a la Madre de todos los panciblancos. Después también pudo llamar con la misma advocación a una de sus hijas, ya que el corazón de Manuel era verde y llevaba grabado un ancla marinera.
Nuestra más sentido pésame a su mujer Pepita y a toda su familia y que sepan que para toda la hermandad ha sido un orgullo tener personas de la talla de él como hermano. Que María Santísima de la Esperanza os consuele y os de fuerzas para seguir trabajando por nuestra Semana Mayor.
Fotografía: Diario CÓRDOBA
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