1.6.15

El relicario itinerante de San Juan de Ávila llega hasta el Convento de Santa Clara


En la mañana de ayer domingo, día 31 de mayo, las valiosas reliquias itinerantes de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia Universal, llegaban, a partir de las 11.30, hasta la Iglesia del Convento de Santa Clara, donde será custodiado durante los próximos días por las madres clarisas del monasterio.


Dicho relicario ha sido situado en el coro bajo de la iglesia del convento para la veneración de las religiosas que allí habitan y por todos los fieles y devotos que acuden en horario de la celebración de la Santa Misa a este templo montillano, el cual se puede divisar desde el mismo instante que se accede a la Iglesia de Santa Clara.

El hermoso relicario fue sufragado por los sacerdotes del presbiterio diocesano de Córdoba como homenaje a su patrono, San Juan de Ávila, y es obra de Antonio Bernal, que realizó las tareas de escultor, y Manuel Valera, que llevó a cabo los trabajos de orfebrería, plasmados en bronce y en plata.

Esta obra de arte fue bendecida el 11 de agosto de 2011, festividad de Santa Clara de Asís, en el entonces Santuario de San Juan de Ávila, en un acto sencillo y solemne, además de histórico, y que recordarán las futuras generaciones, en un día en el que se cantó el himno 'Apóstol de Andalucía' tras el depósito de las reliquias del Maestro de Santos en el nuevo relicario, concretamente dos de ellas: su corazón y una de sus clavículas.


Estas reliquias fueron traídas de Roma en su caja original y fueron fijadas, selladas y lacradas, con el sello del Obispo de Córdoba, en el nuevo relicario en sus estuches correspondientes: la reliquia del corazón, en su estuche del corazón de plata, y la reliquia de la clavícula, en el estuche superior, que reproduce la urna de la basílica.

La escena que Antonio Bernal refleja en el relicario representa a San Juan de Ávila enseñando a un grupo de tres sacerdotes jóvenes en el patio de su casa de Montilla, reproducido con todo detalle, incluso con la parra, el pozo, etcétera. En la parte superior destaca un corazón de plata que sirve de estuche para contener la reliquia del corazón de San Juan de Ávila, del que surgen unos resplandores de gloria. El relicario está coronado por un arca de plata, reproducción exacta del arca de madera que se contempla a diario en la basílica y que contiene el cuerpo del santo.

De este modo, San Juan de Ávila se convierte, a través de este relicario itinerante, en embajador de Montilla y recuerda a todos el amor y la veneración de los sacerdotes de Córdoba al santo patrono del clero secular español.

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