El mejor vino del mundo está en Francia. En Montilla-Moriles está el segundo: Bodegas Robles.
Ha llovido ya por casi 15 años desde que conocí esta bodega y a Francis, su propietario. En aquellos momentos ni yo entendía demasiado bien, ni casi creo que él tuviera claro lo que hacía con su viñedo, con la ecología y con todo el maremagnum de I+D en los que ya andaba envuelto. Tantos son estos, y tantos han dado buen resultado, que a día de hoy Bodegas Robles se ensalza como una de las mejores bodegas del marco de Montilla-Moriles y también como la bodega que elabora uno de los mejores vinos del mundo, según la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores.
Bodegas Robles, con Rocío Márquez, su directora técnica al pie del cañón, no para de innovar, haciendo desde vinos blancos jóvenes, hasta vinos dulces de altísima calidad, pasando por toda la gama de generosos, así como algún tinto a los que sólo les da el último punto, ya que opinan que Córdoba no es zona para ellos. No podemos olvidar, por supuesto, ese sorprendente espumoso elaborado con Chenin Blanc que no podremos ver en las tiendas hasta el año que viene, pero que ayer tuvimos el placer de catar juntos.
Vinagres, así como reducciones que van desde la ya clásica de Pedro Ximénez, hasta otras más sofisticadas y exclusivas, son otros de los productos por los que apuestan con un más que merecido éxito.
Un placer compartir la tarde de ayer con Francis, al que apenas nos dio tiempo a sacar algo de información de su amplio conocimiento, ya que una hora pasa volando y una vida dedicada al vino da para mucho.
Aquí os dejo la entrevista de la que espero disfrutéis al menos una tercera parte de lo que yo lo hice, ya que tres fueron los vinos que catamos.
ÁLVARO MARTÍN / 3 DE DICIEMBRE DE 2015
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