22.2.16

El obispo de Barbastro concede la auténtica a la reliquia de San Francisco Solano de La Puebla de Castro


El obispo de la Diócesis de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, visitó el pasado sábado, día 20 de febrero, la localidad de La Puebla de Castro, en Huesca, con el fin de venerar las reliquias de San Francisco Solano y de Santa Rosa de Lima, que se guardan en el joyero museo de la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara, así como a firmar el documento de auténtica de las mismas para que, expuestas a la veneración de los fieles, puedan recibir el culto público que la Iglesia autoriza, tal y como informa Pedro Bardaji Suárez en La Puebla de Castro.


Gracias al montillano Francisco Cabello Requena, gran devoto de San Francisco Solano, y descubridor, el pasado año, mediante un artículo de Pedro Bardaji, de la mayor reliquia que se conoce del patrón de Montilla en el mencionado municipio oscense, situado en el Pirineo Aragonés, tras el robo del cráneo de El Santo en la ciudad peruana de Lima, hemos sido conocedores de tan grata noticia.

"Hace unos meses se explicó la situación al obispo de Barbastro-Monzón, y aportada la documentación pertinente y efectuada una inspección ocular de las reliquias, el obispo ha concedido una nueva auténtica a las reliquias tanto de San Francisco Solano como de Santa Rosa de Lima, determinando exponer a la veneración pública las mismas para que puedan recibir el culto debido", informa Francisco Cabello a Pasión por Mvnda.

"Si bien en la Guerra Civil los dos relicarios fueron decomisados y enviados a Ginebra por parte del gobierno republicano, con lo que se salvaron de la barbarie anarquista, la auténtica, que igualmente estaba documentada, desapareció en este periodo", nos recalca Francisco Cabello.


Según detalla Pedro Bardaji, la memoria de documentos depositados en el archivo de la iglesia parroquial de La Puebla de Castro y en el Archivo del Museo Diocesano de Barbastro, que avalan el documento de auténtica de las reliquias de San Francisco Solano y de Santa Rosa de Lima, son los relicarios de plata que guardan el hueso cúbito del antebrazo de San Francisco Solano y el hueso radio del antebrazo de Santa Rosa de Lima. Muestran marcas y ralladuras superficiales en la plata. No hay signos de que se hayan manipulado ni forzado los engarces con posterioridad a la sujeción original de las reliquias de los santos.

Santa Rosa de Lima fue canonizada en el año 1671 y San Francisco Solano en 1726. Las reliquias fueron adquiridas por el Abadiado de La Puebla de Castro entre los años 1726, fecha de la canonización de San Francisco Solano, y 1774, primer inventario conservado en el Archivo Diocesano en que se citan los dos relicarios.


Durante la Guerra Civil se quemó todo el archivo de la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara de La Puebla de Castro y con él la auténtica de los relicarios citados. Sin embargo, se conservan varios documentos del citado templo, a partir del año 1744, en el Archivo Diocesano de Barbastro-Monzón, que prueban la veracidad de su origen y el culto que tradicionalmente se les profesó, a estas dos reliquias, en La Puebla de Castro. En 1774 se declara en acta-inventario la presencia de los dos relicarios en esta iglesia.

En el acta, de fecha 27 de noviembre de 1937, que se conserva en el archivo de la iglesia parroquial, se detalla que una delegación de la Junta Central del Tesoro Artístico recibe, del concejo municipal de La Puebla de Castro, varios objetos religiosos y de culto, entre los que se encuentran los dos relicarios de plata.



Al estallar la Guerra Civil en España, en 1936, y para proteger las obras de arte, fundamentalmente las relacionadas con el culto religioso, de los ataques destructores de grupos anarquistas y anticlericales, el Gobierno de La República puso en marcha una Junta de Incautación a fin de salvar y proteger el patrimonio artístico del país. Con todas estas obras, se creó el Tesoro Artístico Nacional, que viajó, en cajas, junto al Gobierno de La República, desde Madrid a Valencia, desde aquí a Figueras, y finalmente, en febrero de 1939, a la ciudad suiza de Ginebra, donde fueron depositadas en el Palacio de la Sociedad de Naciones.

De modo que, junto a las obras del Museo del Prado, que conformaban el núcleo del Tesoro Artístico Nacional, viajaron también varias joyas del tesoro religioso de La Puebla de Castro, entre ellas, catalogadas como piezas de orfebrería, los dos relicarios de plata, con los huesos de San Francisco Solano y de Santa Rosa de Lima, que sufrieron el exilio. Durante los meses de mayo y junio de 1939, La Puebla de Castro recuperó los dos relicarios de plata con los huesos de San Francisco Solano y de Santa Rosa de Lima.



BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
REPORTAJE FOTOGRÁFICO Y DOCUMENTO CEDIDO POR FRANCISCO CABELLO REQUENA

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