8.12.22

Juan Yersin Méndez, nuevo diácono para la Diócesis

El Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha presidido la ordenación diaconal de este seminarista del Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater 'San Juan de Ávila' en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.
 
El Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha presidido en la Santa Iglesia Catedral la Misa Pontifical en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María y ha ordenado diácono a Juan Yersin Méndez Ozuna, formado durante nueve años en el Seminario Diocesano Misionero Redepmtoris Mater 'San Juan de Ávila'.


En el día de la Inmaculada Concepción de María, el Obispo ha invitado a la alegría al contemplar el rostro de la Virgen, “a la que Dios le ha concedido todas las gracias” y ha explicado que lo que vemos en María es lo que Dios “nos quiere dar a nosotros, pecadores, según la medida de Cristo”.

Mirarla es sentirla cerca, porque es Madre, ha continuado el Obispo, y esta cercanía “en Ella se convierte en esperanza y promesa para nosotros”. Monseñor Demetrio Fernández ha llamado a la obediencia, al modo de la Virgen María, porque “todos los pecados vienen por desobediencia” y “la redención del mundo se hará por el camino de la obediencia, que lleva a la cruz”, ha dicho durante su alocución.

Durante la homilía, el Obispo de Córdoba ha felicitado al Seminario Diocesano Misionero 'San Juan de Ávila' en el vigésimo quinto aniversario de su creación que ha dado como fruto la ordenación de veintinueve presbíteros, diez de ellos en misión por el mundo. Al nuevo ordenado en el grado diaconal, el Obispo se ha dirigido asegurando que este “sí” al Señor y a la Iglesia implica una “expropiación” y una entrega que “no brota de una decisión personal: brota de un atractivo de Jesucristo, que se presenta en nuestra vida con una fuerza capaz de enamorar”.


Sacerdotes, formadores, familiares, amigos y fieles se han unido a esta celebración para acompañar al joven, natural de Santo Domingo, en el día en que ha recibido el primer grado del orden sacerdotal, un momento para el Camino Neocatecumenal lleno de alegría, por el inicio, también, de la causa de beatificación de Carmen Hernández, su fundadora junto a Kiko Argüello, que, en palabras del Obispo de Córdoba, fue cristiana con “una gran estima por la Escritura, por la centralidad de la eucaristía y con un gran apasionamiento por la misión”.

Por su parte, Juan Yersin ha vivido este día como un regalo de Dios, rodeado de su comunidad que lo ha acompañado durante todo este tiempo en el que ha podido “abandonarse a la mano de Dios” y entregar su vida al servicio de Dios y de su Iglesia.

Sus años de formación y, especialmente los que ha vivido en misión, le han permitido salir de una profunda timidez y comprobar que había una persona que lo quería por encima de todas sus debilidades: Dios. Hoy ha dado un paso más en su vocación convirtiéndose en el nuevo diácono de la Diócesis de Córdoba. “Es un ministerio que Dios me regala y es un servicio en el que el Señor me invita a entregarme totalmente a Él y a su Iglesia”.




NOTA DE PRENSA Y FOTOS REMITIDAS POR LA DIÓCESIS

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