10.5.16

Hoy celebramos la festividad de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia Universal


San Juan de Ávila nació el 6 de enero de 1499, o 1500, en la localidad ciudadrealeña de Almodóvar del Campo en una familia profundamente cristiana. Probablemente, en 1513 comenzó a estudiar leyes en Salamanca, de donde volvería después de cuatro años para llevar una vida retirada en Almodóvar del Campo. Esta nueva etapa en su ciudad natal durará hasta 1520, ya que aconsejado por un religioso franciscano marchará a estudiar Artes y Teología a Alcalá de Henares, durante los años 1520 a 1526.


Durante sus estudios en Alcalá de Henares, murieron sus padres. Juan de Ávila fue ordenado sacerdote en 1526 y quiso venerar la memoria de sus padres celebrando su primera Misa en Almodóvar del Campo. La ceremonia estuvo adornada por la presencia de doce pobres que comieron posteriormente a su mesa. Después vendió todos los bienes que le habían dejado sus padres, los repartió a los pobres, y se dedicó enteramente a la evangelización, empezando por su mismo pueblo.

Con el firme propósito de ser evangelizador del Nuevo Mundo, se trasladó a Sevilla, donde se entregó de lleno al ministerio, en compañía de su compañero de estudios en Alcalá de Henares, el venerable Fernando de Contreras. Esta amistad y convivencia con Fernando de Contreras fueron posiblemente las que motivaron el cambio de las ansias misioneras de Juan de Ávila.

Durante algún tiempo continuó el ministerio juntamente con Fernando de Contreras. Pronto se dirigió a predicar y ejercer el ministerio en la localidad sevillana de Écija. Pero su presencia en Écija pronto le va a acarrear las enemistades y la persecución. De hecho, las envidias de algunos eclesiásticos llevaron precisamente a los clérigos a denunciar a Juan de Ávila ante la Inquisición sevillana en 1531.


Desde 1531 hasta 1533, Juan de Ávila estuvo procesado por la Inquisición. Las acusaciones eran muy graves en aquellos tiempos: llamaba mártires a los quemados por herejes, cerraba el cielo a los ricos, no explicaba correctamente el misterio de la Eucaristía, la Virgen había tenido pecado venial, tergiversaba el sentido de la Escritura, era mejor dar limosna que fundar capellanías, la oración mental era mejor que la oración vocal... Todo menos la verdadera acusación: aquel clérigo no les dejaba vivir tranquilos en su cristianismo o en su vida ‘clerical’. Y Juan de Ávila fue a la cárcel donde pasó un año entero.

En 1535, marcha Juan de Ávila a Córdoba, llamado por el obispo Fray Álvarez de Toledo. Allí conoce a Fray Luis de Granada, con quien entabla relaciones espirituales profundas. Organiza predicaciones por los pueblos, sobre todo por la Sierra de Córdoba, consigue grandes conversiones de personas muy elevadas, entabla buenas relaciones con el nuevo obispo de Córdoba, Cristobal de Rojas, quien dirigirá las Advertencias al Concilio de Toledo.

La labor realizada en Córdoba fue muy intensa. Prestó mucha atención al clero, creando centros de estudios, como por ejemplo, el colegio de San Pelagio. En la actualidad, el Seminario Diocesano. Córdoba es la diócesis de Juan de Ávila, tal vez ya desde 1535, pero con toda seguridad desde 1550. Desde 1511, Juan de Ávila se sintió enfermo. Gastado en un ministerio duro, sintió fuertes molestias que le obligaron a residir definitivamente en Montilla desde 1554 hasta su muerte, tal día como hoy, 10 de mayo, de 1569.


En 1588, Fray Luis de Granada, recogiendo algunos escritos enviados por los discípulos y recordando su propia convivencia con Juan de Ávila, escribió la primera biografía. En 1623, la Congregación de San Pedro Apóstol, de sacerdotes naturales de Madrid, inicia la causa de beatificación. En 1635, Luis Muñoz escribe la segunda biografía de Juan de Ávila, basándose en la de Fray Luis de Granada, en los documentos del proceso de beatificación y en algunos documentos que se han perdido.

El día 4 de abril de 1894, León XIII beatifica al Maestro Ávila. Pío XII lo declara, el 2 de julio de 1946, Patrón del Clero Secular Español. Pero el Maestro de Santos tendrá que esperar hasta el año 1970 para ser canonizado por el Papa Pablo VI.

En 2012, tras ser declarado Doctor de la Iglesia Universal por el Papa Benedicto XVI, la Iglesia de la Compañía de Jesús de Montilla, actual Basílica Pontificia Menor, donde descansan sus restos, y la pequeña casa donde vivió sus últimos años San Juan de Ávila, son centros de continuo peregrinar de obispos, sacerdotes y fieles de toda España y del mundo.

REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
FOTOGRAFÍAS: BENJAMÍN PORTERO DUQUE

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