Gracias a Francisco Solano Cabello Requena, te adelantamos los detalles de esta labor de investigación acerca de la sagrada reliquia de San Francisco Solano.
Desde el descubrimiento de la sagrada reliquia de San Francisco Solano, nos asaltaba la duda de cómo llegó esta a un lugar tan remoto y en principio sin relación con Montilla. Después de seguir distintos caminos -se investigó los distintos abades de La Puebla de Castro de los que teníamos conocimiento-, el verdadero protagonista de esta historia, Pedro Bardají, ha encontrado recientemente el nexo de unión entre Montilla y la localidad oscense de La Puebla de Castro.
La quinta marquesa de La Puebla de Castro, María Teresa del Milagro Moncada Benavides, varias veces grande de España y cuyos títulos requieren un folio para enumerarlos, se casó en 1722 con el décimo primer Duque de Medinaceli, que igualmente era varias veces grande de España y entre sus numerosísimos títulos era Señor de la Villa de Montilla.
Su hijo, Pedro Fernández de Córdoba y Moncada Castro, sexto marqués de La Puebla de Castro y décimo segundo Duque de Medinaceli e igualmente Señor de Montilla, fue el que restauró, sobre la ermita construida en su casa natal, el actual templo de San Francisco Solano, al que dotó de rica orfebrería para el culto. O bien los primeros o el segundo, de alguna manera consiguieron la reliquia que llevaron a La Puebla de Castro, siendo la madre del duque italiana, en concreto de Milán, siendo este embajador ante Carlos III en Nápoles.
Hay que tener en cuenta que aunque vivieron y se casaron en Madrid, la marquesa tuvo gran relación con Montilla, como lo muestra las donaciones que realizó a la Cofradía de la Virgen del Rosario, como ha quedado demostrado con el libro de donaciones que se conserva en la Fundación Manuel Ruiz Luque así como un panegírico que igualmente se conserva, del que publicamos su portada al igual que una fotografía del libro de donaciones de dicha cofradía, realizado con motivo de la donación de unas sayas a la Santísima Virgen del Rosario.
Está claro y meridiano que la quinta marquesa que murió en 1768 y el décimo primer Duque de Medinaceli o su hijo, que muere en 1789, regalaron a La Puebla de Castro las reliquias que ya aparecen en el primer inventario de la parroquia de La Puebla de Castro de 1774.
Actualmente, continuamos investigando cómo llegaron a su poder. Tenemos varios caminos abiertos: dos en Roma, a través de Antonio Llamas y un hermano de San Juan de Dios, que intervino de forma extraordinaria en la canonización de San Juan de Avila y que es amigo de Manuel Ruz, y otra por medio de José Antonio Cerezo. Otra posible podría hallarse en el archivo de la Casa de Medinaceli, y por último, también estamos en contacto con una experta en orfebrería religiosa, María del Amor Rodríguez, para ver si por este medio conocemos el origen de los relicarios y esto nos permite nuevos caminos.
FRANCISCO SOLANO CABELLO REQUENA
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
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