Con motivo de la celebración del Viernes Santo, las Madres Concepcionistas Franciscanas de la Orden de la Inmaculada de María del Convento de Santa Ana de Montilla, y en concreto Sor Margarita, nos remiten la siguiente reflexión, ilustrada con su correspondiente imagen, que reproducimos a continuación.
Viernes Santo
Vamos a acompañar a Jesucristo en su camino de cruz. Es un camino doloroso. Y es un camino interminable. La cruz de Cristo es también nuestra cruz. De un modo misterioso, Él estaba cargando con todos los pesos humanos. ¿Quién puede calcular esta carga? De un modo misterioso, Él está compartiendo todos los sufrimientos humanos.
Hoy queremos acercarnos a estos sufrimientos y sopesarlos y compartirlos. No basta compadecer a Cristo: es necesario padecer con Cristo. O padecer con los hermanos, que son también Cristo. Cada vez que aliviamos a un hermano que camina con la cruz, estamos aliviando a Jesús en su largo vía crucis. Él te lo agradece. Tú mismo, sin saber cómo, te sentirás aliviado.
Decía la Madre Teresa de Calcuta: "Señor, enséñanos a ver en tu crucifixión y resurrección el modelo de cómo perdurar y aparentemente morir en la lucha y los conflictos de la vida diaria para que de esta manera nuestra vida sea más plena y creativa.
Aceptaste, paciente y humilde, las torturas de tu pasión y crucifixión. Ayúdanos a ver en las penas y los conflictos de cada día oportunidades para crecer como personas y asemejarnos más a Tí. Danos fuerza para vivir en medio de ellos con paciencia, pero con coraje, firmemente confiados en tu ayuda. Porque solo muriendo contigo, resucitaremos contigo".
SOR MARGARITA / MADRES CONCEPCIONISTAS DEL MONASTERIO DE SANTA ANA
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