23.5.17

Se cumplen 67 años de la coronación de Nuestra Madre María Auxiliadora


El 14 de mayo de 1950 se coronó a la imagen de Nuestra Madre María Auxiliadora, coincidiendo con el cincuentenario de la llegada de los Salesianos a Montilla y siendo este su acto cumbre. Desde 1947, comenzaron a llegar donativos de todos los montillanos, muchos de ellos ausentes, para colaborar al esplendor del hecho grandioso de la coronación de la Virgen.


Muchos donativos eran joyas de metales preciosos; otros, recuerdos entrañables de familia; y también hubo, lógicamente, aportaciones en metálico. Toda esta riqueza se convirtió en la hermosísima aureola y preciosas coronas de la Virgen y del Niño, gracias al arte y al cariño del antiguo alumno salesiano de Córdoba, José Peña Blanco "Peñita".

El 14 de mayo de 1950 fue un día inolvidable. Este comenzó con una apoteósis de cohetes y dianas. Una muchedumbre impresionante recorría las calles de Montilla, llevando pancartas con la inscripción: "Montilla por María Auxiliadora". A media mañana, la imagen de María Auxiliadora fue trasladada hasta la puerta de la Ermita de La Rosa. A las 10.00, entró en la plaza del mismo nombre el obispo de la Diócesis, Fray Albino González, rodeado de numeroso clero y de la Corporación Municipal en pleno.

Momento antes lo habían hecho los padrinos de la coronación: el Conde de la Cortina y su hermana, la Condesa de Aguiar. En un altar colocado en la puerta de la ermita, el obispo celebró la eucaristía, y al concluir bendijo la aureola, las coronas y el cetro.


La Virgen, en su paso bellamente adornado, fue trasladada hasta la tribuna de la coronación. Un alegre repique de campanas, cohetes y vuelo de palomas anunciaron el instante grandioso de la coronación de María Auxiliadora. Los vítores y aplausos del pueblo enfervorizado ahogan las notas del Himno Nacional.

Emoción contenida y las lágrimas en los ojos se unen al canto solemne de La Salve cuando el obispo corona a la Madre de Dios. Grandioso acto de la coronación en medio del clamor y júbilo popular que coreaba por tres veces la invocación: "Corazón misericordioso de María Santísima Auxiliadora: Reina, Reina, Reina".

La Virgen, luciendo su preciosa corona, paseó por la plaza hasta quedar en la puerta de la ermita para la hora de la procesión, que se realizó a la caída de la tarde. Una impresionante riada humana la acompañó a lo largo del recorrido. Al regreso, le esperaba una multitud apiñada, que escuchó atenta la consagración de Montilla a María Auxiliadora.

Después se expuso el Santísimo Sacramento en la tribuna de la coronación y se estrenó la artística custodia que regaló la entusiasta devota de María Auxiliadora, Rosario Salas. A continuación, el vicario Luis Fernández Casado impartió la bendición eucarística. Finalmente, el inspector, visiblemente emocionado, dirigió unas breves palabras de agradecimiento y felicitación al pueblo de Montilla y a sus dignas autoridades.

ARCHIVO DE LA REVISTA NUESTRO AMBIENTE

No hay comentarios :