20.6.17

Hoy se cumplen cinco años de la declaración del Santuario de San Juan de Ávila como Basílica Pontificia


Tal día como hoy de hace cinco años, el Papa Benedicto XVI elevó el Santuario Diocesano de San Juan de Ávila, conocido anteriormente como la antigua Iglesia de La Encarnación de los Padres Jesuitas de Montilla, a la categoría de Basílica Pontificia Menor.


De este modo, el decreto llevaba fecha del 20 de junio de 2012, y estaba firmado por el entonces Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal español Antonio Cañizares Llovera. El cardenal Cañizares contribuyó notablemente a la declaración de Doctor de la Iglesia Universal para San Juan de Ávila.

Así, Montilla acogió el pasado lunes, día 25 de junio de ese año, al cardenal Cañizares, acompañado por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, llegando al Ayuntamiento de la localidad, y recorriendo a pie el camino hasta la nueva Basílica Pontificia en Montilla.

Allí, se celebró con gozo la solemne eucaristía de acción de gracias por esta concesión pontificia que honra y que supone un gran acontecimiento para la Diócesis de Córdoba y, particularmente, a la ciudad de Montilla, donde está el sepulcro donde se conservan los restos mortales del Doctor de la Iglesia Universal, conociendo de primera mano el cardenal Cañizares los lugares en los que San Juan de Ávila realizó su actividad intelectual y religiosa.


Previamente, tanto el cardenal como el obispo ofrecieron una rueda de prensa en la que manifestaron que “Montilla ha sido el lugar escogido porque ahí se conservan los restos mortales del Maestro Ávila”, y que con esta elevación a Basílica Pontificia, “la localidad queda especialmente vinculada con el Santo Padre”.

Según el obispo de Córdoba, “para la Diócesis de Córdoba es un acontecimiento excepcional”, y por ello se organizaron diversos actos para conmemorarlo, como por ejemplo, una peregrinación a Roma para asistir a la declaración de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia Universal el 7 de octubre de ese año, así como la declaración de un Año Jubilar, que posteriormente se convirtió en un trienio, que comenzó el 12 de octubre de 2012, y que convirtió a Montilla en el epicentro de todo y en un lugar de peregrinaciones. Además, agradeció al cardenal su notable contribución a la declaración de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia Universal. Asimismo, recordó los signos pontificios que en lo sucesivo han distinguido a la nueva basílica.

Por su parte, Antonio Cañizares felicitó al pueblo por guardar tan bien este tesoro y, especialmente, a la comunidad jesuita. En este sentido, comentó su satisfacción porque reposen los restos mortales del Apóstol de Andalucía en un lugar tan sagrado.


Posteriormente, fueron recibidos en el Ayuntamiento de la localidad por el entonces alcalde, Federico Cabello de Alba, y por la Corporación Municipal. En esta recepción, el obispo aclaró la importancia de que la Iglesia de la Encarnación haya obtenido el rango de Basílica Pontificia, una declaración con la que el Papa honraba a Montilla de una manera especial.

Al hilo de esto, recordó que en la Diócesis sólo hay dos edificios religiosos con esa catalogación: la Basílica de San Pedro y la dedicada a San Juan de Ávila. Seguidamente, el prefecto indicó que "este templo estará especialmente vinculado al Papa Benedicto XVI y a sus sucesores". Tras esta visita, recorrieron a pie el camino hasta la nueva Basílica Pontificia. Allí, se congregaron numerosos fieles y sacerdotes de la Diócesis que quisieron participar en la eucaristía de acción de gracias por esta concesión que honra a la Diócesis de Córdoba.

La ceremonia comenzó con las palabras del obispo de Córdoba agradeciendo la presencia del cardenal, para explicar posteriormente el significado de este título. Seguidamente, el Canciller Secretario General del Obispado de Córdoba, Joaquín A. Nieva, leyó el decreto por el que se le concede al antiguo templo jesuita de La Encarnación el título de Basílica Pontificia.


Acompañado por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, y por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, el cardenal señaló en su homilía que “el motivo de esta declaración es evidente” y recordó al Maestro Ávila como un "hombre santo que tanto amó a la Iglesia".

En otro orden de cosas, comentó que “nos encontramos ante la urgencia de una Nueva Evangelización que no admite más demora y en la que tenemos que tener presente al Patrón del Clero Secular, porque él tiene mucho que decirnos”. “El mundo necesita del evangelio, sino, no tiene futuro”, afirmó. Además, aseguró que “lo que San Juan de Ávila desarrolló en el siglo XVI es lo que ahora necesita llevarse a cabo en el mundo”.

Finalmente, el cardenal pidió que seamos hombres de oración y tengamos presente el testimonio de personas como San Juan de Ávila. La ceremonia concluyó con el canto del himno dedicado a San Juan de Ávila, Apóstol de Andalucía.



REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA

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