Las Madres Clarisas del Monasterio de Santa Clara de Montilla iniciarán el próximo martes el solemne triduo en honor de la Seráfica Madre Santa Clara de Asís, titular del citado templo, que celebrarán sus hijas y devotos en la iglesia del mencionado convento los días 8, 9 y 10 de agosto, a partir de las 19.30 de la tarde.
Presidirá la sagrada eucaristía de dicho triduo Fray Rubén Moreno Camuñas, de la Orden de Frailes Menores. Será el viernes, día 11 de agosto, cuando se celebre la solemnidad de la Seráfica Madre Santa Clara de Asís, dándose a besar su reliquia al finalizar la Santa Misa de las 19.30.
Las intenciones del triduo y de la festividad de Santa Clara de Asís serán: por la conversión de los pueblos al Inmaculado Corazón de María; en reparación por los ultrajes, profanaciones y sacrilegios al Santísimo de la Eucaristía; por las vocaciones a la vida consagrada; y por los medios de comunicación para cada uno de los días, respectivamente.
La imagen de Santa Clara, que se encuentra en el retablo mayor de la iglesia del mencionado convento, se trata de una talla policromada. Viste túnica, escapulario y capa abierta que cae en pliegues paralelos. Sostiene en sus manos sus atributos característicos: la custodia -de farol- y el báculo. Asimismo, en la hornacina del coro alto de la iglesia existe otra talla de Santa Clara.
La vida de Santa Clara
Clara de Asís es una de las grandes mujeres de la historia. Hija de una familia noble italiana, nace en 1194. Su padre la quería casar y ella decidió consagrarse a Jesucristo. Años más tarde escribía: "Jesús es el más hermoso entre los hijos de los hombres. Su amor es más tierno y sus caricias más elegantes. Amándole, se es casta, abrazándose, se es virgen".
Supo romper con los moldes establecidos y emprender un nuevo estilo de vida junto a Francisco de Asís. Dio a la mujer de la Edad Media la capacidad de decidir sobre su propia vida: de ser ella misma. En el camino personal de Clara hay una historia de fidelidad a su institución evangélica: vivir con sencillez y en pobreza el Santo Evangelio siendo Iglesia.
Clara de Asís entrega su alma a Cristo en 1253. Su obra supuso la renovación de la vida religiosa femenina. Su clausura se hizo apertura al mundo y su vida oculta se convirtió en un espejo para las demás desde la oración y la libertad.
BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
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