30.11.17

Una exposición documental y bibliográfica sobre la segunda marquesa de Priego servirá para cerrar los actos conmemorativos en su honor


La teniente de alcalde del área Sociocultural, Conchi Espejo, inauguró en la mañana de ayer la exposición 'Montilla en el siglo XVI. Catalina Fernández de Córdoba, II Marquesa de Priego. 1517-1569'. Una muestra que recoge tanto documentos rescatados del archivo de protocolos de la ciudad, como una recopilación de libros raros relacionados con la vida y época de la segunda marquesa de Priego. La exposición podrá verse hasta el 7 de enero en la Casa de las Aguas de Montilla.


“Con esta exposición cerramos el año conmemorativo del quinto centenario de la llegada al poder de Catalina Fernández de Córdoba en 1517, y desde la Fundación Manuel Ruiz Luque queríamos mostrar una serie de documentos que tenemos de mucho interés en los que se refleja la historia de Montilla en el día a día de la época en que vivió Catalina Fernández de Córdoba”, explicó Conchi Espejo.

Junto con ella participó en la inauguración de esta exposición el director de la Casa de las Aguas, José Antonio Cerezo, quien destacó el trabajo realizado por Antonio Luis Jiménez para que la muestra haya sido realizada, “puesto que había que recopilar mucha documentación inédita en este año dedicado a Catalina Fernández de Córdoba, ya que se han realizado muchas actividades en torno a esta efeméride, pero nos faltaban los documentos que lo atestiguasen”.

José Antonio Cerezo destacó el papel de la segunda marquesa de Priego en la importancia de Montilla en aquella época. “Se merece el reconocimiento que se le está realizando este año, y mucho, ya que fue la mujer creadora de Montilla tal como la conocemos, y la que más influye en el desarrollo y potencia que adquiere en esta época el marquesado de Priego.

Entre los documentos que se pueden ver en la exposición destacan una permuta real, firmada personalmente por el Rey Felipe II, o los documentos de fundación del Colegio Jesuita en 1555, y algunos curiosos, como la presencia de San Juan de Ávila como testigo en la celebración de una boda. La parte documental, procedente del archivo de protocolos, se ha completado con diversos volúmenes raros, algunos de edición única, provenientes de la Fundación Manuel Ruiz Luque.


REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA

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