Las Madres Concepcionistas Franciscanas de la Orden de la Inmaculada de María del Convento de Santa Ana de Montilla, y en concreto Sor Margarita, nos remiten el Evangelio de hoy domingo, acompañado por unas peticiones, en este quinto Domingo de Pascua.
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (15, 1-8)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: —«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí, lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».
Contemplemos el Evangelio de hoy elevando al Dios de la vida nuestra oración:
- Por los que no encuentran el Camino, la Verdad y la Vida.
- Por los que se sienten vacíos, sin valores y sin razones para vivir.
- Por los que se sienten frustrados, por falta de trabajo.
- Por los que no pueden realizarse, por falta de amor.
- Por los que no quieren tener hijos, a causa del egoísmo.
- Por los que viven desorientados, por no encontrar o no ser fieles a su vocación.
- Por los que se encuentran con las manos vacías, porque sólo viven para sí mismos.
- Por los que queman su vida a causa del vicio.
- Por nosotros, que nos olvidamos de Cristo y no damos los frutos que Dios espera.
SOR MARGARITA / MONASTERIO DE SANTA ANA
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