26.7.18

Por la dignidad de las personas mayores


La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 15 de junio Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Con esta iniciativa, se trata de reconocer la existencia de uno de los más graves problemas sociales, muchas veces oculto, pero no por ello menos dramático. La misma ONU calcula que actualmente entre el 4% y el 6% de las personas mayores en el mundo son víctimas de abusos y malos tratos.


Estas situaciones se producen tanto en el ámbito de sus relaciones sociales como en el mismo seno familiar, y el carácter de los daños puede ser de tipo físico, psíquico, económico o, incluso, sexual. A esta violación de la dignidad de las personas mayores se le añade, en muchos casos, el denominado edadismo, o discriminación por razones de edad y que, en sí mismo, constituye uno de los prejuicios sociales más frecuentes.

Tanto es así que la propia Organización Mundial de la Salud ha indicado la necesidad de combatir este tipo de conductas, puesto que pueden provocar efectos negativos sobre la salud, física y emocional, de las personas mayores de 60 años.

Rectificar la actual imagen negativa de la vejez es, por lo tanto, una tarea cultural y educativa que debe comprometer a todas las generaciones. Existe una responsabilidad con los mayores de hoy: ayudarles a captar el sentido de la edad, a apreciar sus propios recursos y así superar la tentación de rechazo, de autoaislamiento, de resignación al sentimiento de inutilidad y de desesperación.

Por otra parte, existe una responsabilidad con las generaciones futuras, que consiste en preparar un contexto humano, social y espiritual en el que toda persona pueda vivir con dignidad y plenitud esta etapa de la vida.

Cáritas insiste en el respeto a la dignidad y a los derechos fundamentales de las personas mayores y, con la convicción de que los mayores disponen de enormes capacidades para ser aportadas a la vida social, desea que se afronte la cuestión con un gran sentido de responsabilidad por parte de todos: individuos, familias, asociaciones, gobiernos y organismos internacionales, según las competencias y deberes de cada cual y de acuerdo con el principio tan importante de la subsidiariedad.

Con este propósito, Cáritas participa en la llamada Mesa Estatal a favor de las personas mayores y por la Convención de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Esta convención debería servir para que los estados, en cooperación con asociaciones de personas mayores, instituciones educativas, medios de comunicación y otras entidades de la sociedad civil, adoptasen medidas destinadas a aumentar la conciencia sobre los derechos de las personas mayores.

Esas medidas tendrían que incluir el reconocimiento de la autoridad, la sabiduría, la productividad y otras contribuciones importantes de las personas mayores a la sociedad, la promoción de un trato digno y respetuoso para ellas y de una imagen positiva y realista del envejecimiento y la eliminación de los estereotipos. Porque como ha dicho el Papa Francisco: “Una sociedad que no respeta a sus mayores, es una sociedad que no tiene futuro”.

EQUIPO DE NIVEL TÉCNICO MIXTO DE MAYORES Y DEPENDENCIA DE CÁRITAS

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