1.10.19

La figura de San Juan de Ávila logra reunir en Baeza a varios centenares de adolescentes


Los adolescentes de la Diócesis de Jaén estaban citados el pasado sábado en Baeza para ganar el Jubileo Avilista. La cita, organizada por el Secretariado de Infancia y Adolescencia, de la cual puedes ver un amplio reportaje fotográfico aquí, se desarrolló bajo el título 'Apóstol del Amor de Dios'. Los adolescentes, más de 600, llegaban, como una marea humana, hasta la Plaza de la Catedral, provenientes de 35 parroquias de toda la Diócesis, de movimientos cristianos y colegios.


Junto a ellos, más de 100 acompañantes y voluntarios de la gran familia que forman el Secretariado de Infancia y Adolescencia. Antes habían sido acogidos en el parque de la ciudad, donde a su llegada habían entregado un kilo de alimentos que irá destinado a Cáritas Baeza.

La Plaza de Santa María acogió una solemne eucaristía, presidida por el obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro. En un enorme escenario, que fue esa misma noche el lugar de una adoración eucarística, una veintena de sacerdotes diocesanos concelebraron la Santa Misa. La alcaldesa de la ciudad, Lola Marín, así como otras autoridades y representantes de las cofradías de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, acudieron a la celebración.

Las lecturas estuvieron participadas por los adolescentes y el Evangelio fue proclamado por el Arcipreste de Baeza, Manuel Peláez. En su homilía, el obispo ha hizo un recorrido por la juventud de San Juan de Ávila para ponerlo como ejemplo. Al que calificó como “un chico de su tiempo que siguió la llamada de Jesús”. Amadeo Rodríguez explicó que, en su juventud, el Apóstol de Andalucía “fue buscando qué quería el Señor de él. Él fue buscando el encuentro con Jesús”.

A la vez animaba a los adolescentes presentes en la plaza a que “busquen a Jesús en su vida”. Para añadir, “si algo que hay que destacar en la vida de San Juan de Ávila es una coherencia, porque llevaba a Jesús en el corazón y por eso pasaron tantas cosas buenas en la vida de San Juan de Ávila”. En este sentido, describió a San Juan de Ávila como “el Apóstol del Amor de Dios. Un hombre de su tiempo que se encontró con el misterio del amor de Dios para ser testigo de Jesucristo”.

Sus últimas palabras fueron dedicadas a la figura de la Virgen María, a la que tenía una gran devoción el patrón del clero español. A la vez que aunció que la imagen de María, presente el presbiterio, será, desde ese día, la que acompañe a los Kairós en la Diócesis, como “lugar de encuentro de Jesús Sacramentado”.

Después de la oración de la profesión de fe y la oración de los fieles, se bendijo la preciosa talla de la Virgen María, que porta una custodia para exponer al Santísimo, obra del imaginero malagueño Israel Cornejo. La ceremonia fue solemnizada por las voces de un coro formado exprofeso para esta celebración, compuesto por los coros de las tres parroquias baezanas, San Andrés, San Pedro y San Pablo, así como miembros del coro de la parroquia de La Magdalena de Jaén.

La eucaristía concluyó con una gran ovación de los cientos de jóvenes que comenzaban una tarde de vivencias en torno al Apóstol de Andalucía y que, tras una procesión por los lugares de la vida de San Juan de Ávila, concluyó con un concierto-oración en la misma Plaza, tal y como informa la Diócesis de Jaén.

REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
FOTOGRAFÍA: DIÓCESIS DE JAÉN

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