7.5.20

Se suspende la XXIª Romería en honor a Nuestra Madre y Señora de las Viñas


Tras la suspensión de la procesión de María Auxiliadora, anunciada por la citada asociación el pasado 17 de abril, la cual está viviendo un intenso mes de mayo en honor a Nuestra Madre a través de las redes sociales, el pasado miércoles, día 6 de mayo, festividad de Santo Domingo Savio, y mediante un comunicado, se suspendía, como era de prever, la XXIª Romería en honor a Nuestra Señora de las Viñas.


"La junta de gobierno de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora Virgen de las Viñas, así como el Grupo Romero Virgen de las Viñas y Amigos del Caballo, quieren comunicar a todos los hermanos, romeros y devotos de la Santísima Virgen de las Viñas, que tras mantener conversaciones con nuestro Ayuntamiento, como parte de la organización de la Romería, así como previa consulta a la autoridad eclesiástica competente, ante la imposibilidad de poder garantizar la seguridad y la protección sanitaria de todas las personas que se congregan en el recinto romero Parque Tierno Galván, nos hemos visto en la necesidad de acordar suspender la celebración de la Romería Virgen de las Viñas 2020".

"Esta decisión viene motivada por la crisis sanitaria que atraviesa nuestro país, provocada por el COVID-19. Agradecer al pueblo de Montilla su respaldo y comprensión y emplazar a todos para la próxima Romería 2021", concluye el hermano mayor de La Santa Cena, José Luis Fernández Vela, y el presidente del Grupo Romero, Juan Rafael Portero Criado.


Fue el pasado domingo, día 9 de junio de 2019, cuando centenares de fieles y devotos peregrinaron, como cada mes de junio desde el año 2000, junto a Nuestra Señora de las Viñas en Romería, a primera hora de la mañana del segundo domingo del citado mes, desde la puerta de la Ermita de Nuestra Señora de la Merced, en el corazón del Barrio del Gran Capitán, donde tuvo lugar un desayuno molinero, tras el cual se inició la peregrinación romera, por segundo año consecutivo, hacia La Pradera, situada en la zona baja del Parque Enrique Tierno Galván -tras hacerlo en las dieciocho ediciones anteriores en el paraje de Cañalerma-, presidida por la imagen de la Santísima Virgen, a los sones de la flauta y el tamboril, acompañada, además, de carretas, coches de caballos, amazonas, carrozas, caballistas y jinetes.

Así, a su paso por el Cuartel de la Guardia Civil, los organizadores del evento realizaron sendas ofrendas florales a Nuestra Señora del Pilar, patrona de esta institución desde que el 8 de febrero de 1913 el Rey Alfonso XIII firmara la orden para su proclamación.

Más tarde, al mediodía, se celebró la Santa Misa de Romeros en La Pradera, siendo oficiada la celebración por Javier Algar Ruiz, el entonces párroco de Nuestra Señora de la Asunción, y contando con la intervención del Coro de la Hermandad Salesiana y Cofradía del Santísimo Cristo de la Juventud en su Presentación al Pueblo, Nuestra Madre María de Nazaret y San Juan Bosco. Finalmente, al caer la tarde, se produjo el regreso de la comitiva, teniendo lugar una ofrenda floral en la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora, tras la cual se produjo la entrega de trofeos y medallas.


Ya por la noche, Nuestra Señora de las Viñas regresaba a su templo, siendo despedida la Santísima Virgen, con los honores que se merece, con el canto emocionado de alabanza de la 'Salve Rociera'.

De este modo, a su regreso de la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora, se vivieron varios momentos emotivos, como por ejemplo a la altura de El Parador, al ser el lugar desde donde partió, por primera vez, en Romería, en 1956, la imagen de Nuestra Señora de las Viñas, titular de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

De esta manera, los peregrinos volvieron a vivir así uno de los momentos más emblemáticos de una jornada festiva, caracterizada por un ambiente de convivencia alegre y cordial entre todos ellos, pero sobre todo de devoción y fervor hacia la Madre de Dios, que es, sin lugar a dudas, lo más importante de todo de este evento religioso.


Así, tras los tres primeros años, del 2000 al 2002, en los que presidió la Romería la imagen de Nuestra Señora de las Viñas, y obra, en agosto de 1956, del insigne imaginero valenciano, afincado en Córdoba, Amadeo Ruiz Olmos, siendo donada la misma por el Conde de la Cortina, desde el año 2003 una réplica de la patrona del noble gremio de la vid y del vino, donada por el montillano Manuel García Jiménez, hace lo propio cada mes de junio.

De este modo, la Santísima Virgen estrenó vestido en la Romería del año 2016, así como un nuevo manto, después de catorce años sin poder hacerlo. Asimismo, fue restaurada su aureola, ante su avanzado estado de deterioro, recibiendo, además, un baño en plata. Estos estrenos, que fueron llevados a cabo en la empresa Siglo Barroco de Puente Genil, fueron posibles gracias a una donante anónima, fiel devota de Nuestra Señora de las Viñas.

Del mismo modo, en la Romería del año 2018, Nuestra Señora de las Viñas estrenó una nueva corona, donada por una conocida familia montillana, muy vinculada y devota de la Santísima Virgen, así como una nueva peana, luciendo así en su carreta, tirada por dos bueyes, con todo su esplendor.

BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA

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