El pasado domingo, último del mes de mayo, acudimos a la grandiosa salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Priego de Córdoba, con motivo de sus Fiestas Nazarenas. Alojados, en esta ocasión, en el antiguo Convento de San Francisco, en pleno casco histórico de la ciudad, convertido en el Hotel Hospedería San Francisco, se trata de un edificio declarado de interés turístico, enclavado en la calle Compás de San Francisco, número 15.
"La arquitectura del nuevo hotel conserva su alma renacentista y barroca que le hará revivir las épocas del que fuera uno de los conventos franciscanos observantes más importantes de Andalucía, fundación originaria de 1512 por el primer marqués de Priego, el montillano don Pedro Fernández de Córdoba y Pacheco, sobrino del Gran Capitán.
"Reconvertido en taller de alfarería, y en el siglo XX en fábrica de tejidos, alpaca y lanilla. El antiguo inmueble ha sido totalmente rehabilitado recientemente, respetando su propia estructura", destaca el Hotel Hospedería San Francisco de Priego de Córdoba.
Así, en nuestra tercera visita a la localidad prieguense, estuvimos alojados en un lugar diferente, y totalmente histórico, a las dos ocasiones anteriores. Tras la solemne función religiosa celebrada, ese día, al mediodía, fuimos unos privilegiados por poder asistir, de manera privada e íntima, a la entronización del Rey de Priego. Damos las gracias a la hermandad por permitirnos vivir tan maravilloso momento.
Más tarde, instantes antes de la grandiosa salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Priego, asistimos al pasacalles de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno 'Los Turutas', que acompañó al Señor con sus acordes, encabezando el cortejo tras la cruz parroquial, y al pasacalles de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana, junto a la Biblioteca Municipal, que puso sus sones tras la sagrada imagen de Jesús.
Con unas calles absolutamente abarrotadas de público, la hermosa ciudad de Priego de Córdoba nos volvió a demostrar con creces su profunda devoción y fervor hacia el Señor, algo absolutamente palpable en el ambiente y difícil de explicar para un servidor, quien tuvo el enorme privilegio de acompañar, por segunda ocasión por sus calles, al Rey de Priego, en un cortejo formado, un año más, por varios centenares de mujeres ataviadas de mantilla, y por un trono portado de manera magistral, al igual que lo hicieron con sus geniales sones las dos formaciones musicales que acompañaron a Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Sin duda alguna, tras su salida de la Iglesia de San Francisco, a partir de las 19.30 de la tarde, uno de los primeros momentos emotivos de la mágica tarde-noche vivida fue la llegada del Señor a las mismas puertas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Aurora, ante su sagrada imagen mariana titular. Una antigua ermita, denominada de San Nicasio, que "tiene su origen en el siglo XV, aunque las primeras noticias de ella se tienen en 1528", según detalla la página web de Turismo de Priego de Córdoba.
De este modo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, en su grandiosa salida procesional del pasado domingo, llevó "en su trono la reliquia de La Columna, donde fue azotado Nuestro Señor, con motivo del 475º aniversario fundacional de la Pontificia y Real Archicofradía Sacramental de la Santa Vera Cruz, Nuestro Padre Jesús de la Columna y María Santísima de la Esperanza".
Además, con motivo de dicha efeméride, "Nuestro Padre Jesús Nazareno quedó expuesto en un monumental retablo durante el triduo final, decorado con motivos y colores alusivos a la Hermandad Columnaria en honor a tan señalado aniversario".
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