7.5.20

Séptimo día de novena en honor a San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia Universal


Pensamientos del Maestro Ávila

Día séptimo

Oración inicial

San Juan de Ávila. Sermón 49. Infraoctava del Corpus

«Señor mío, ¡cuántos milagros hiciste en este mundo,
cuántos muertos resucitaste, cuántos cojos sanaste,
a cuántos ciegos diste lumbre,
a cuántos sordos diste oídos!
Ves aquí un muerto
que no tiene más que la lengua de vivo.
Aplica en mí lo que padeciste,
ayuda a mi flaqueza, alumbra mis ojos,
haz que oigan mis oídos tus palabras de vida,
despierta mi alma de tan profundo sueño,
haz que mi corazón oiga tus palabras,
de tu dulzura da gusto a mi paladar
y haz que pierda el sabor que toma de mis pecados».


Carta 6. A un sacerdote

El corazón del Señor, horno encendido de amor

«¡Oh señor, y qué siente un alma cuando ve que tiene en sus manos al que tuvo nuestra Señora! Mucho se mueve el alma considerando: «A Dios tengo aquí». Mas cuando considera que del grande amor que nos tiene como desposado que no puede estar sin ver y hablar a su esposa ni un solo día viene a nosotros, querría el hombre que lo siente tener mil corazones para responder a tal amor. ¡Y tanto deseo tienes de verme y abrazarme, que, estando en el cielo con los que tan bien te saben servir y amar, vienes a este que sabe muy bien ofenderte y muy mal servirte! ¡Que no te puedes, Señor, hallar sin mí! ¡Que mi amor te trae! ¡Oh, bendito seas, que, siendo quien eres, pusiste tu amor en un tal como yo!

Y que vengas aquí con tu Real Presencia y te pongas en mis manos, como quien dice: «Yo morí por tí una vez y vengo a tí para que sepas que no estoy arrepentido de ello. Mas si me has menester, moriré por tí otra vez». ¿Quién, Señor, se esconderá del calor (cf. Sal. 18, 7) de tu corazón, que calienta al nuestro con su presencia, y, como de horno muy grande, saltan centellas a lo que está cerca? ¡Tal, Padre mío, viene el Señor de los cielos a nuestras manos, y nosotros tales lo tratamos y recibimos!»



FOTO: BENJAMÍN PORTERO DUQUE

No hay comentarios :