Monseñor Demetrio Fernández: “La Iglesia quiere consolar a sus hijos y acompañarlos para que el dolor adquiera sentido”.
La Iglesia celebró ayer, día 11 de febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes, la Jornada Mundial del Enfermo, que tiene como objetivo principal "simbolizar la voluntad de ponerse al servicio del otro, del prójimo, para ayudarlo y acompañarlo en su padecimiento.
«Acompañar en el sufrimiento» fue el lema que propuso el departamento de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Española para esta jornada instituida hace 30 años por San Juan Pablo II para sensibilizar sobre la necesidad de asistir a los enfermos y a quienes los cuidan.
Asimismo, para este Día Mundial del Enfermo, el Papa Francisco publicó un mensaje en el que pidió no olvidar a quienes están en cuarentena o en aislamiento, y elogió la labor de los sanitarios durante la pandemia. En este día se inició, además, la campaña que concluye el 22 de mayo, cuando la Iglesia en España celebra la Pascua del Enfermo.
Celebración en la Santa Iglesia Catedral
Con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, el Obispo de Córdoba celebró la Santa Misa en la Catedral de Córdoba, junto al Secretariado Diocesano de Pastoral de la Salud. En su homilía, el prelado recordó que es “Jesucristo quien ilumina el sufrimiento” y que el dolor “visto sin ojos de fe es una desgracia o un castigo”.
“Si vemos el dolor en la perspectiva de Jesucristo y del corazón de Cristo, vemos que Él ha ido voluntariamente a la cruz y voluntariamente se ha dejado crucificar y morir en la cruz. Vemos que Jesucristo ha venido a dar sentido al sufrimiento y nos ha dicho a todos que pasaremos antes o después por la prueba del dolor y de la muerte, pues es el camino de la cruz el que ha elegido para redimir el mundo”, explicó.
Al hilo de esto, monseñor Demetrio Fernández elogió la labor de los profesionales de la medicina e indicó que es precisamente la medicina la que se esfuerza en aliviar el dolor “y eso es fruto de la caridad”. “Solo Jesucristo es el que da sentido pleno al sufrimiento y a la muerte haciéndonos entender que este sufrimiento lo ha asumido, lo ha redimido y lo ha hecho redentor. Cualquier sufrimiento que viene a veces inesperado, tiene un valor enorme a los ojos de Dios”, manifestó.
Asimismo, puso de manifiesto la importancia de acompañar a aquellos que sufren el dolor o la enfermedad, elogiando la labor tanto de los profesionales como de la Pastoral de la Salud, a la que calificó como “una pastoral que está en primera línea siempre”.
“Cualquier persona que se acerca a otra que sufre puede llevar en su corazón luz, pues el corazón cristiano sana y sabe que el sufrimiento y la muerte no son la última palabra”, aseguró al tiempo que expresó que “las personas enfermas necesitan compañía en la fortaleza, en la debilidad, en la fe y en la Iglesia”.
Por tanto, el Obispo indicó la importancia de llevar a Dios a todas las personas que sufren la enfermedad o el dolor, porque “cuando una sociedad se aparta de Dios caben muchas aberraciones como es procurar la muerte, acelerar la muerte o ayudar al suicidio”.
Concluyó indicando que “la Iglesia quiere consolar a sus hijos enfermos y acompañarlos para que el dolor adquiera sentido” y encomendó a los enfermos y voluntarios a la Virgen de Lourdes en el día de su fecha, “porque ella es Madre y en ella los enfermos encuentran siempre luz”, tal y como informa la Diócesis de Córdoba.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
FOTOS: DIÓCESIS DE CÓRDOBA
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