La Iglesia en España se suma hoy sábado, 4 de febrero, a la Jornada Internacional de la Fraternidad Humana por la paz mundial y la convivencia común, “una buena ocasión para subrayar la importancia del diálogo interreligioso en la vida de la Iglesia”, explican desde la subcomisión para las Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española.
Desde que el Papa Francisco y el imán Al-Tayyeb firmaran de manera conjunta el Documento sobre la Fraternidad Humana, el 4 de febrero de 2019, la ONU quiso establecer en este día la Jornada Internacional de la Fraternidad Humana. Al respecto, el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso se sumó en 2021 a esta Jornada y animó a todas las conferencias episcopales a que lo hicieran “en la medida de sus posibilidades”.
Desde la Conferencia Episcopal animan a las iglesias locales a “orar por la fraternidad entre las religiones”. En las Misas del día 4 de febrero o en el domingo más cercano instan a introducir algunas peticiones que tuvieran en cuenta el sentido de esta jornada, entre ellas, “por los hombres y mujeres que, en las distintas tradiciones religiosas, elevan su oración al Creador y Padre de todos, para que nuestra fe sea lugar de encuentro y diálogo, y así colaboremos en la construcción de un mundo más fraterno”. De igual forma, “para que cese todo tipo de violencia en nombre de Dios, la persecución por motivos religiosos, y los fieles de todas las religiones seamos instrumentos de paz en nuestra sociedad”.
Rechazo de la violencia
En esta línea, monseñor Francisco Conesa, presidente de la subcomisión para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso expresó “que vale la pena apostar por el diálogo entre las religiones y subrayar su servicio de la convivencia y de la paz. Cuando escribo estas líneas estamos aún conmocionados por el atentado sucedido en Algeciras, donde ha sido asesinado el sacristán de La Palma. Junto a nuestra repulsa firme y nuestra oración hemos de manifestar con claridad que entre las religiones es posible un camino de paz y que “la violencia no encuentra fundamento en las convicciones religiosas fundamentales sino en sus deformaciones”.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
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