“La Iglesia abre sus entrañas maternales a todos”
El Obispo de Córdoba preside la eucaristía en la solemnidad de la patrona de la capital cordobesa, Nuestra Señora de la Fuensanta. La Parroquia de la Fuensanta cumple 50 años de servicio al barrio.
La solemnidad de la patrona de Córdoba ha congregado a centenares de fieles y devotos de la capital a una celebración presidida por el Obispo y concelebrada por miembros del Cabildo Catedral de Córdoba, patronos del Santuario, que ha contado con la presencia del alcalde de la ciudad, José María Bellido; el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes; la presidenta de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Olga Caballero y otras autoridades civiles.
En su homilía, el Obispo de Córdoba ha destacado la sencillez de la Virgen María, que en la advocación de Nuestra Señora de la Fuensanta es expresión de la vida cristiana, “pequeña y sencilla como es su imagen, que resulta accesible, aunque vestida de gala y adornada con trono de reina que la ensalza”. Es esta sencillez la que debemos copiar en nuestras vidas, dijo el Obispo, “porque a esta cualidad de María atrae a Dios y por eso se la ha hecho llena de gracia, sin pecado y colmándola de todas las gracias y virtudes”.
En el Evangelio de San Mateo se ha relatado la Genealogía de Jesús, con el que viene a decirnos a todos los cristianos de todos los tiempos, “Jesús es de nuestro barro y no se avergüenza de sus antepasados ni tiene asco de juntarse con los pecadores; es muy consolador saber que Jesucristo ha venido a buscar a los pecadores”. Por eso, “la Iglesia no excluye a nadie, por muy pecador que sea”, ha continuado monseñor Demetrio Fernández, porque “la Iglesia abre sus entrañas maternales a todos”, recordando las palabras del Papa Francisco durante la JMJ de Lisboa de 2023.
Al término de su alocución, el obispo de Córdoba recomendó acudir a la Madre de Dios especialmente en el día de la Fuensanta para que la relación con la Virgen sea “verdadera, sincera y profunda” y podamos obtener un baño de “perdón y misericordia” porque Ella es santa y “lo que vemos en María es lo que Jesucristo quiere hacer en nosotros, por tanto, que seamos pecadores no le echa atrás, pero viene para darnos su gracia.
La historia de Córdoba está unida a Nuestra Señora de la Fuensanta, patrona de la ciudad desde que en 1994 San Juan Pablo II, en el Decreto de su Coronación Canónica, le otorgó el título, sin demérito de los patrones de toda la diócesis cordobesa, San Acisclo y Santa Victoria.
NOTA DE PRENSA Y FOTOS REMITIDAS POR LA DIÓCESIS
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