29.11.23

El Museo de Bellas Artes de Sevilla conmemora el cuarto centenario del nacimiento del escultor Pedro Roldán

Arturo Bernal destaca el compromiso por el patrimonio escultórico andaluz, que se plasma en la restauración de 16 de las piezas exhibidas.




El consejero de Cultura, Arturo Bernal ha detallado que, gracias al compromiso del Gobierno andaluz con las instituciones museísticas y su patrimonio escultórico, con motivo de la exposición se han restaurado -o sometido a algún tratamiento de consolidación previa a su traslado al museo- un total de 16 obras. Entre ellas, la 'Santa Ana y la Virgen niña', del Monasterio de Santa Ana de Montilla.
 
El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, ha inaugurado en el Museo de Bellas Artes de Sevilla la exposición 'Pedro Roldán, escultor (1624-1699)', una muestra que conmemora los 400 años del nacimiento del escultor y que ofrece, a través de una selección de 44 obras, "una visión actualizada y rigurosa de la producción del artista, una de las figuras estelares de la escultura barroca española, y cuya influencia se extiende hasta nuestros días", ha señalado Arturo Bernal.

La exposición, que podrá visitarse en la Sala V hasta el 10 de marzo de 2024, reúne 36 esculturas de Pedro Roldán; dos de su hija, Luisa Roldán 'La Roldana' -'La Virgen de la Leche' y 'Cabeza de San Juan Bautista Niño'-; un dibujo de Ricardo Villodas y de la Torre -'Retrato de Pedro Roldán'-, cedido por el Museo del Prado; una pintura de Francisco Meneses Osorio -'San José con el Niño'-; y otra de autor anónimo -'Cristo de los Dolores de San Francisco de Asís y Santa Teresa de Jesús'-, así como un grabado de Juan de Valdés Leal -'Triunfo de San Fernando'-.

Completan la muestra conmemorativa, comisariada por el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y especialista en la obra de Roldán, José Roda, los documentos de la partida de bautismo del artista, procedente del archivo de la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Sevilla, donde fue bautizado el 14 de enero de 1624, y el informe emitido por Pedro Roldán sobre los reparos que necesitaba la cúpula de la Parroquia del Sagrario de la Catedral.




La mayoría de estas obras, al estar destinadas al culto y pertenecer a instituciones religiosas, se expondrán por primera vez con motivo de esta muestra, convirtiendo esta cita en una ocasión única para contemplarlas en el museo. Para ello, y bajo el diseño del catedrático de Dibujo, Juan Suárez, las piezas se localizan en una única sala, evocando el ambiente de un taller del siglo XVII.

Arturo Bernal ha detallado que, gracias al compromiso del Gobierno andaluz con las instituciones museísticas y su patrimonio escultórico, con motivo de la exposición se han restaurado -o sometido a algún tratamiento de consolidación previa a su traslado al museo- un total de 16 obras. Entre ellas se encuentran el óleo de Meneses, la pintura del anónimo madrileño, la 'Santa Ana y la Virgen niña', del Monasterio de Santa Ana de Montilla (Córdoba), el relieve de la 'Sagrada Entrada de Jesús en Jerusalén', de la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Sevilla, o la talla de 'San Juan Bautista' de la Hermandad de Jesús Nazareno de la Iglesia de San Juan Bautista de Écija (Sevilla).

Precisamente, esta última imagen, que se creía desaparecida, y que ahora se exhibe en 'Pedro Roldán, escultor', ha sido documentada durante el proceso de investigación y documentación de la muestra, que ha permitido a su vez algunas atribuciones con solidez, como la del 'Nacimiento', hacia 1675, procedente de la Escuela de Cristo de la Natividad de Sevilla.

El recorrido por 'Pedro Roldán, escultor (1624-1699)' invita a conocer los rasgos que conforman la peculiar personalidad artística de Roldán y las claves evolutivas de su producción. Para ello, las obras guían a los visitantes por los primeros encargos del artista y su formación, sus años de fama y plenitud, su década postrera y su prolífico taller, uno de los más importantes de la Andalucía Barroca, del que salieron artistas de la talla de Luisa Roldán 'La Roldana' o Pedro Duque Cornejo –hija y nieto del artista-, entre otros muchos.

Programa cultural paralelo a la exposición

La exposición podrá visitarse a partir del jueves 30 de noviembre e irá acompañada de un programa de actividades divulgativas, como las visitas guiadas, organizadas en colaboración con Fundación 'la Caixa' y la Asociación Amigos del Museo, y dirigidas a grupos de escolares, otros grupos y público general, o el Ciclo de conferencias 'Mirar un cuadro', en el que un profesional relacionado con el ámbito artístico explica una obra de la colección del museo.

Estas sesiones tendrán lugar los días 17 de diciembre -José Roda. Nuevas aportaciones sobre Pedro Roldán-, el 21 de enero -José Luis Romero. Contexto familiar y laboral de Pedro Roldán- y el 18 de febrero -Francisco Herrera. La obra de Pedro Roldán y el retablo de su época-.

La imagen de Santa Ana y la Virgen Niña

La imagen de Santa Ana y la Virgen Niña se trata de una talla policromada de 185 centímetros, aproximadamente, que se encuentra en el retablo mayor de la Iglesia del Monasterio de Santa Ana de Montilla. Está representada, con evidente naturalismo, como una anciana, cubierta la cabeza con la toca y el manto, este de tono claro, que tras descender por la espalda, le rodea y ciñe el cuerpo de cintura para abajo.


Con la mirada dirigida a lo alto, su ademán es de presentar a la Virgen Niña, de dulcísimo rostro infantil. Santa Ana lleva corona abierta y la Virgen añade a la suya un resplandor. Ambas son de plata en su color.

Los artistas Manuel Espejo Mármol y Miguel Ángel Sánchez Jiménez han sido los encargados de intervenir en la imagen de Santa Ana y la Virgen Niña del convento homónimo con motivo de la exposición dedicada a Pedro Roldán.

La imagen fue ejecutada entre 1653 y 1654.  Hay que destacar la rica policromía de las imágenes, especialmente los paños a base de minuciosos estofados (a pesar de ser una imagen realizada para un retablo y cuyos detalles pasarían desapercibidos a ojos del espectador).

La labor de dorado y policromía corrió a cargo del pintor Francisco de Fonseca, quién haría lo propio con el resto de piezas del retablo de la iglesia de las concepcionistas.

El proceso de conservación y restauración de las piezas se ha centrado en la fijación de los estratos y la limpieza minuciosa de las policromías, retirándose repintes así como depósitos de polvo y cera adheridos a lo largo de los siglos.

Finalmente, se han reintegrado únicamente las pérdidas volumétricas y de color necesarias para la correcta lectura de las esculturas, siguiendo criterios de mínima intervención y máximo respeto por la obra original.

Montilla también participa con la imagen de San Juan Evangelista del Convento de Santa Clara de Montilla y con los bustos-relicario de Santa Apolonia y una de las once mil vírgenes mártires que se encuentran en la Capilla de Nuestro Padre de Familias.

Los dos bustos salen por primera vez de la clausura y también han sido restaurados por Manuel Espejo y Miguel Sánchez. Fueron realizados entre 1664 y 1665 y las policromías también fueron realizadas por Fonseca.

El retablo mayor

El retablo mayor de la Iglesia Conventual de Santa Ana de Montilla fue costeado por el doctor Andrés de Espejo. El día 27 de junio de 1652 se contrataba en Sevilla con Blas de Escobar la arquitectura de este retablo, en tanto que el conjunto escultórico se concertaba con el mismísimo Pedro Roldán. Está elaborado con maderas de cedro y borne y se concluyó en 1654, siendo dorado y estofado por Francisco de Fonseca.

La imagen de la Inmaculada Concepción, Patrona de España

La imagen de la Inmaculada Concepción de María, obra del ilustre imaginero sevillano Pedro Roldán (1624-1699), la primera documentada y conservada del mismo, se encuentra en el retablo mayor de la Iglesia del Convento de Santa Ana de nuestra ciudad, realizado, igualmente al completo, entre 1653 y 1654, por este insigne escultor sevillano del Siglo de Oro.


De este modo, Pedro Roldán cuenta con una mayor nómina de imágenes dentro de las hermandades hispalenses, aunque sus obras no solo se circunscriben al ámbito cofradiero, trascendiendo incluso las fronteras de Sevilla, como podemos comprobar en este caso, existiendo muchas de ellas en Cádiz, Huelva, Málaga, Jaén o Córdoba. Se trata de una talla dorada y policromada, de 261 centímetros de altura, siendo la joya de la corona del conjunto escultórico de todo el retablo mayor.

La Iglesia Conventual de Santa Ana de Montilla

El origen de la fundación de concepcionistas franciscanas a la que pertenece la Iglesia Conventual de Santa Ana de Montilla se remonta a 1580, aunque la comunidad no se constituyó hasta 1594 con monjas procedentes de Los Pedroches y unas beatas del Hospicio de San Antón de Aguilar. Precisamente, el presbítero Andrés Martínez de Portichuelo, entonces capellán de este centro, fue el patrocinador del convento, donando para él casas y otros bienes en 1590 y 1598.

Su iglesia, bajo el auspicio del doctor Andrés de Espejo, empezó a construirse en 1630, año en el que se contrata la piedra de sillería con el santero egabrense Cristóbal del Castillo y los mármoles con el lucentino Juan Ruiz. En 1645 se cubría la Capilla Mayor, lo cual indica que las obras estaban terminadas o a punto de ello. El templo consta de tres naves con cuatro tramos, produciéndose el contraste entre una amplia nave central y muy estrechas laterales, que más bien funcionan como pasillos marginales.

REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA

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