El primer fin de semana de Cuaresma en Córdoba, al igual que en los días anteriores, desde el Miércoles de Ceniza, lo hemos vivido intensamente. En la mañana del primer viernes de marzo veneramos al Santísimo Cristo de San Álvaro, patrón de las cofradías cordobesas, a los pies del altar mayor de la Iglesia Conventual de San Agustín. Posteriormente, alternamos nuestras visitas a la Real Parroquia de San Lorenzo Mártir y al Santuario de María Auxiliadora Coronada, debido a la afluencia de fieles.
De este modo, en la Real Parroquia de San Lorenzo Mártir asistimos al solemne besapiés del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas en el altar dispuesto en la Capilla de la hermandad. Asimismo, en el Santuario de María Auxiliadora Coronada acudimos al solemne besamanos en honor a Nuestro Padre Jesús, Divino Salvador, en su Prendimiento.
Más tarde, tras nuestra visita a los barrios de San Agustín y de San Lorenzo, nos dirigimos hacia el barrio del Realejo. De esta manera, en la Parroquia de San Andrés asistimos al devoto besapiés en honor a Nuestro Padre Jesús de las Penas de la Hermandad de la Esperanza de Córdoba.
Tras un breve receso para comer, de nuevo nos dirigimos hacia el barrio de San Lorenzo, en dirección a la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia y San Eulogio de los Padres Trinitarios, para acudir al devoto besapiés en honor a Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado. Posteriormente, tomamos rumbo al barrio de Cañero para asistir al solemne besapiés en honor a Nuestro Padre Jesús de los Afligidos de la Hermandad de la Sagrada Presentación al Pueblo en la Parroquia de San Vicente Ferrer.
Ya en el primer domingo de Cuaresma, acudimos al Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta Coronada de Córdoba, en el barrio del mismo nombre, para asistir al solemne besamanos en honor al sagrado titular de la Pro Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Bondad y Nuestra Señora Reina de los Apóstoles. Posteriormente, acudimos, de nuevo de regreso al barrio del Realejo, a la solemne veneración a Nuestro Padre Jesús Nazareno en su sede canónica, la Iglesia Hospital de Jesús Nazareno, donde se homenajeó a tres miembros de su cuadrilla de costaleros.
Antes de nuestro regreso a Montilla, nos dirigimos al barrio de la Huerta de la Reina y a su Parroquia de San Fernando, para acudir al solemne besamanos en honor a Nuestro Padre Jesús de la Redención de la Hermandad de La Estrella de Córdoba. Precisamente esta hermandad nos sorprendía hace unos días con una grata noticia para los que tenemos el privilegio que numerosos miembros de nuestra familia hayan estado ligados al gremio de los ferroviarios.
Así, en el Cabildo General ordinario, celebrado recientemente, "se puso en conocimiento de los hermanos que, en Cabildo de Oficiales, celebrado el pasado 20 de febrero, fue aprobada de forma unánime por la junta de gobierno la solicitud presentada por la Diputación Mayor de Gobierno, a propuesta planteada por un hermano de la hermandad, de incluir en la ante presidencia del paso de Nuestra Señora de la Estrella la figura de una "representación simbólica del gremio de los ferroviarios".
"Para ello se incluirán en la misma dos hermanos de la hermandad, relacionados con dicho gremio, que irán debidamente vestidos con el tradicional uniforme y tocados con sendas gorras de jefe de estación, donadas para tal efecto por una familia de la hermandad. Creemos que será un gran aporte sentimental y de homenaje a la figura del ferroviario, tan vinculada históricamente a nuestro barrio de la Huerta de la Reina y a esta hermandad desde su traslado al mismo. De igual forma, será un gran aporte estético y de personalidad a nuestro cortejo cada Lunes Santo", concluía la citada corporación, a la que felicitamos por tan magnífica decisión.
REPORTAJES: BENJAMÍN PORTERO DUQUE
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