28.7.14

Susto en la Hermandad de El Gran Poder de Sevilla


Félix Ríos, Hermano Mayor de la Hermandad de El Gran Poder de Sevilla: «Al Gran Poder no le pasa absolutamente nada».

El Hermano Mayor de la Hermandad de El Gran Poder de Sevilla, Felix Ríos, ha querido restar importancia al hecho de que a la Imagen del Señor se le bajara el brazo. Ocurrió un viernes, por lo que en la Basílica había un gran número de personas, y aunque llamó poderosamente la atención la Imagen, según Ríos no sufre ningún tipo de daño.

«Las articulaciones están en perfecto estado. Pero ahora la gente toca la cruz y eso hizo que se le bajara el brazo al Señor». Según Ríos, la articulación se aprieta al máximo para la Semana Santa, pero cuando la Imagen está en el camarín está menos presionada. «A partir de ahora, la articulación estará más apretada para que no vuelva a ocurrir. Pero insisto en que el asunto no tiene mayor importancia», ha asegurado el Hermano Mayor.

Tocar la cruz

El Señor, en permanente besapié, recibe diariamente cientos de besos en el talón. Desde la agresión en junio de 2010, se instaló un cristal protector que tan sólo deja al descubierto esta zona trasera del pie. Pero son muchos los fieles que tocan la última parte de la cruz, que sí queda al alcance de las manos. Esta tiene un punto débil, de forma que si alguien hiciera fuerza sobre ella se partiría sin afectar a la Imagen de Juan de Mesa. Pero en este caso, al ser un contacto débil, la cruz sí provocó que el brazo se bajara, tal y como ha informado el Hermano Mayor.

La Imagen

La Imagen del Señor con el brazo extendido no ha tardado en distribuirse por las redes sociales. Desde el propio camarín, fueron tomadas fotografías que se han distribuido en internet. La Imagen, con la mano extendida sin tocar la cruz, recordaba al gesto del Nazareno con la cruz al hombro de la sevillana Hermandad de El Valle.

Carlos Salas / Pasión en Sevilla
Fotografía: Mercedes López

Los antecedentes

Sucedió en la tarde de un viernes de este verano. Los fieles que se encontraban rezando en la Basílica vieron con estupor como al Señor se le iba bajando la mano derecha que dejaba de coger la cruz. Salvo el susto, no fue nada importante. Se paró el besapiés y se colocó el brazo en su sitio. Todo tiene una explicación: los priostes no suelen apretar demasiado las articulaciones del hombro cuando El Gran Poder está en el camarín.

Pero la nueva moda de tocar la cruz después de besar el talón, provocó una presión sobre el hombro de la Imagen que fue la que hizo descender el brazo. Fue un susto y nada más, aunque a algunos les removió el horror de la agresión de hace 4 años ocurrida también en verano. También debería servir como una llamada a la responsabilidad de los fieles y los devotos: con estar cerca y besar el talón, basta.

José Cretario / Pasión en Sevilla

No hay comentarios :