Las obras del entorno del Castillo se prolongarán durante los próximos meses
Un nuevo contratiempo. En la tarde de ayer viernes, 26 de septiembre, poco después de las 15.15, uno de los muros exteriores de cerramiento del Antiguo Parvulario El Castillo, que desde el pasado mes de junio alberga nuestra nueva sede, se vino abajo por causas que aún no se conocen con exactitud hasta que se valoren los informes de los Servicios Técnicos Municipales. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales, que es lo más importante.
Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT Montilla) y
Sede de la Asociación Musical Montillana Pascual Marquina
Desde la semana pasada se estaba actuando en estos muros para adecentarlos y eliminar las humedades que tenían. En concreto, las obras consistían en el drenaje y mejora de los revestimientos. Tal y como informaron ayer puntualmente varios medios de comunicación, el incidente tuvo lugar mientras un grupo de operarios realizaban trabajos para tratar de consolidar la pared, que presentaba una gran fisura. Esta actuación se enmarcaba en el proyecto más amplio de reurbanizar toda la zona de acceso al Castillo de Montilla, que, con lo sucedido, contemplará la ejecución de unos muros nuevos.
Tras conocer la noticia a través de las redes sociales, varios miembros de la Banda de Música Pascual Marquina se desplazaron hasta la calle Iglesia para conocer, de primera mano, la magnitud del accidente y el estado en que se encontraba la zona, ya que este desplome nos afecta directamente, impidiendo el acceso a nuestro local de clases y ensayos. Mucho se ha hablado de las medidas que se han tomado para garantizar la seguridad de los viandantes y recuperar el normal funcionamiento de los centros educativos que hay alrededor -Colegio Salesiano San Francisco Solano, Escuela Infantil Virgen de Las Viñas y Centro de Atención Infantil Temprana, que comparte edificio con nosotros-, y del riesgo que han corrido estos alumnos, por el horario en que se produjo el derrumbe. Sin embargo, apenas media hora después del suceso, decenas de niños acudirían, como cada tarde, a recibir sus clases de música a nuestra sede, cuyo único acceso se encuentra en estos momentos bajo los escombros. Por el momento, no hay alternativas para reestablecer nuestra normal actividad.
Desde aquí, con la escasa -prácticamente nula- información que se nos ha facilitado, les queremos transmitir a todos los padres de los alumnos de nuestra Escuela de Música la más absoluta tranquilidad, ya que se han suspendido todas las actividades que llevamos a cabo diariamente en la sede, hasta que se nos garantice que no hay peligro alguno. Probablemente, hasta mediados de la semana que viene no podamos volver a hacer uso de las instalaciones. Mientras tanto, la zona está acordonada sin que, por el momento, se pueda acceder al recinto. Se ha procedido a la demolición controlada del muro que quedó en pie en la Cuesta del Silencio y se está continuando con la retirada de cascotes de manera rápida y eficaz, lo cual es de agradecer.
Todo esto llega justo después de que ya lo tuviéramos todo preparado para el inicio de un nuevo curso, y con la sede lista para su inauguración, la cual tendrá que esperar unos meses. Pese a todo, seguimos adelante.
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