19.9.14

Rememorando la historia de Nuestro Padre Jesús Preso: primera parte


Con motivo de los actos de clausura del centenario tanto de la primera salida procesional como de El Prendimiento que la Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza de Montilla celebra hoy viernes 19 de septiembre -con el Solemne Traslado de la Imagen del Titular de la Cofradía desde la Ermita de La Rosa hasta la Parroquia de Santiago, que tendrá lugar a partir de las 20.30 de la tarde-, y el próximo domingo, día 21 -con la Solemne Eucaristía de clausura de dichos actos que se celebrará a las 12.00 del mediodía en el Templo Mayor de Montilla-, desde Pasión por Mvnda queremos recordar el artículo que tuvimos ocasión de escribir en el mes de mayo de 2004 para la revista 'Nuestro Ambiente' con motivo del Cincuentenario de la Imagen de Nuestro Padre Jesús Preso.


"...Y en pocos minutos vemos aparecer a Judas. El Judas traidor que con un beso lanzado al aire sentencia a Jesús, quien inmediatamente es apresado y escoltado por los Romanos. Jesús Preso baja la mirada y acepta la voluntad del Padre...". Carmina Leiva Repiso, Pregón de la Semana Santa de 1999.

Quizás, y casi con total seguridad, uno no sea la persona más indicada para iniciar este breve recorrido histórico en torno a la venerable Imagen de Nuestro Padre Jesús Preso debido a que mi juventud me impide aportar datos o curiosidades que estoy seguro muchos otros sabrán, pero, sin embargo, espero estar a la altura de las circunstancias sabiendo plasmar, en tan sólo unas líneas, estos cincuenta años, que se dice pronto, de duro trabajo por parte de las Juntas de Gobierno habidas en la citada Hermandad montillana.

Para ello, me gustaría remontarme al año 1940 y al mandato, como Hermano Mayor, de don Antonio Jiménez Velasco, persona que junto con su hermano Manuel asumen las riendas de la Cofradía dándola un mayor impulso, después que su padre, don Manuel Jiménez León y don Manuel García Gil, otro amante de la Cofradía, tuvieran que asumir los difíciles años de la República y de la Guerra Civil.

Durante su presidencia, se realizan túnicas, diversas reformas, y su madre, doña Dolores Velasco Carmona, encarga al escultor valenciano, aunque afincado en Córdoba, Amadeo Ruiz Olmos, la nueva Imagen de Nuestro Padre Jesús Preso con el fin de donarla a la Hermandad en recuerdo de su marido, don Manuel Jiménez, hecho que se produciría con la llegada de la talla a Montilla, allá por el año 1954, sustituyendo, de esta manera, a otra de idénticas características que actualmente se procesiona en Palma del Río. La Imagen es de talla completa para vestir y representa el pasaje bíblico de El Prendimiento.

Dos años después, en 1956, los hermanos Leiva realizan el paso que actualmente procesiona a Nuestro Padre Jesús Preso y Francisco Solano Salido se encarga de tallarlo. Sin lugar a dudas, se trata de una obra maestra en talla y carpintería, y en el que para su diseño José Leiva fue recogiendo ideas y dibujos de tallas de multitud de iglesias de la capital hispalense. Posteriormente llegarían las imágenes de Judas, del sayón y del soldado romano, realizadas en los talleres Olot, en Gerona, completando, de esta manera, el paso de misterio.

En ese mismo año y después de tan importantes adquisiciones, don Antonio Jiménez Velasco cede el testigo a don Antonio Baena Luque-Romero, quien continúa con la misma línea reformista y de actualización, persona que más tarde sería sucedida por don Manuel García Ferrándiz, que en tradición familiar vuelve a ostentar el cargo que su padre tuviera en tiempos atrás con un trabajo incansable de conservación, modernización y puesta a punto a tenor con la vida actual.

En 1975, sale elegido Hermano Mayor, don Rafael Padillo Delgado, quien secundado por una incansable Junta Directiva logra la asistencia masiva de la juventud en la Estación de Penitencia y se afana por conseguir que esta esté organizada, sea vistosa y digna de la devoción popular montillana.


En 1982, concretamente el sábado día 27 de febrero, tiene lugar la Asamblea General de Hermanos en la que sale elegido nuevo Hermano Mayor el hasta entonces secretario, don Juan de la Cruz Jiménez, electo que no tomaría de manera efectiva la asunción de su cargo hasta finalizada la Semana Santa de ese año.

Una de sus primeras decisiones fue el de obsequiar al Hermano Mayor saliente con un hermosísimo bordón en recuerdo al tiempo que dedicó a la Hermandad, hecho este que se produjo en la Semana Santa de 1984.

Durante su mandato, las mujeres pasan a ser hermanas de pleno derecho, eliminando de esta manera el término de 'Damas Cooperadoras', e igualando, por lo tanto, sus cuotas. Además, durante esta época el número de hermanos se incrementa sustancialmente, llegando a sobrepasar el doble de los que había en 1982 y situando el número de cofrades alrededor del millar.

También bajo su presidencia se lleva a cabo el dorado de la canastilla barroca del paso de Jesús Preso y se destierran las ruedas que habían llevado desde finales de la década de los 60, para ser portado, en un primer momento, concretamente desde 1985 a 1989, a hombros desde los varales interiores, y después, desde 1990, a costal o estilo sevillano, siguiendo, de esta manera, la línea marcada, un año antes, por la Hermandad de La Juventud. Desde entonces, es portado por una cuadrilla de costaleros de 28 hermanos bajo paso, el cual estrenaría, por otra parte, nuevas vestiduras para el sayón y Judas tres años después, en 1993.

Un último aspecto destacable es el acondicionamiento del Salón Parroquial de la calle de La Yedra en sede de la Cofradía para guardar los pasos y enseres procesionales.

Finalizada la Semana Santa de 1994, la Hermandad celebra Asamblea General de Hermanos, con el único punto en el orden del día que la designación del nuevo Hermano Mayor. Don Francisco Herrador López, hasta ahora tesorero, sería el elegido, quien, poco después y rodeado de su nueva Junta de Gobierno, nombraría a don Juan de la Cruz Jiménez, Hermano Mayor de Honor, en un emotivo acto compuesto por una Misa y una cena de homenaje al que fue cabeza visible durante tantos años de la Hermandad. Don Antonio Jiménez Velasco, Hermano Mayor Perpetuo, y don Raúl Porras Barrenechea, Hermano Honorífico, son las otras dos grandes distinciones que ha otorgado la Hermandad.

Benjamín Portero Duque
Mayo 2004

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