20.10.14

El retablo, la Imagen y la platería de Nuestra Señora de la Aurora


Retablo de Nuestra Señora de la Aurora

De madera tallada y dorada. De tamaño pequeño, pero de gran categoría en su concepción, y, especialmente, en su ornato, a base de follajes menudos y abundantes de finísima labra. Realizado hacia 1740.


De planta muy quebrada, presenta banco con pedestales, llevando los interiores figurillas de ángeles con guirnaldas de flores. El cuerpo del retablo se organiza en función del saliente arco del camarín al que se anteponen dos estípites de robustas masas y especial decorativismo. La mitad inferior, de forma troncopiramidal, luce guirnaldas de flores y unas molduras de remate, que, sobre la parte central de las caras, forman arquillos conopiales.

En la mitad superior del estípite se superponen diversos elementos que se estrangulan o ensanchan con decoración vegetal. La estructura de la calle central del retablo emerge entre entrechísimas calles laterales señaladas mediante estípites, cuya mitad inferior reproduce prácticamente los ya descritos, aunque en el resto se producen cambios. Los estípites extremos muestran en su parte superior diversos moldurajes cursos y rectos consecutivos en tanto que los otros estípites se completan con fragmentos de fuste ricamente decorados con acantos. Las calles laterales tienen repisas rematadas con veneras que funcionan como hornacinas.

Culmina el retablo con un ático, de diseño mixtilíneo, ocupado en su calle central por una gran corona imperial que sostienen ángeles, figuras que también aparecen distribuidas por la cornisa del coronamiento.

Nuestra Señora de la Aurora

Situada detrás del retablo, en un camarín de planta rectangular y sencilla cúpula elíptica. Talla policromada. Unos 152 centímetros de altura.

La Imagen se sitúa de pie sobre pedestal de nubes con cabezas de querubines. Viste túnica roja, y, a la altura de la cintura, un dinámico manto, recogido sobre el brazo izquierdo, cae hacia los pies por el lado contrario. La Virgen tiene un rostro dulcísimo, propio del autor al que se atribuye, enmarcado por una cabellera de sinuosos bucles que se peinan hacia atrás a la altura de las sienes. Porta en su mano derecha un estandarte de planta y en la izquierda sostiene un Niño Jesús desnudo en ademán de bendecir.


Manto y túnica de largos y sinuosos pliegues dotan a la figura de María de una movilidad andante plena de gracia. Es rutilante la policromía de las telas, aunque desmerece el fleco dorado que añadió al borde del manto el escultor y retablista Gaspar Lorenzo de los Cobos en 1724.

Atribuible con certeza a Diego de Mora, ya que coincide estilísticamente con otras Imágenes de este autor en diferentes localidades.

La Virgen se halla situada sobre un pedestal formado por dos octógonos concéntricos, elevado el menor sobre tornapuntas situados en los ángulos. Se completa con pequeños y graciosos angelillos.

Platería de Nuestra Señora de la Aurora

Estandarte. Chapa de plata en su color, finalmente repujada. Ostenta en su centro una maría bajo corona mientras que el resto de la pieza se rellena con una profusa decoración a base de cordones y motivos vegetales. De las colas de este estandarte cuelgan sendas campanillas. Pende de un astil, también de plata, que sujeta la Virgen con su mano derecha.

Dimensiones. Altura: 44 centímetros; anchura: 32 centímetros; altura del astil: 195 centímetros.

Es obra de Damián de Castro. Segunda mitad del siglo XVIII.

Media luna de plata. Plata en su color con aplicaciones de plata sobredorada. Está completamente cincelada con delicados y menudos elementos fitomórficos a base de flores, roleos y hojas. En el centro del creciente se sitúa un sol dorado, símbolo como la luna de la Virgen. En los extremos ostenta graciosos querubines de medio relieve, sobredorados, fundidos e impuestos.

Muestra bajo su centro una cartela con la inscripción: "DOÑA MARÍA DE RUS JURADO DIO PARA AIV DA A ESTA MEDIA LUNA 28 ONÇAS Y MEDIA DE PLANTA Y LO DEMÁS LA ERMANDAD".

Medidas: 78 centímetros de punta a punta.

No tiene punzones, pero se puede fechar por su estilo en torno a 1720.

Resplandor. Realizado en metal plateado por el orfebre sevillano Jacinto Mora en 1890. Rodea como una aureola la Imagen mediante dos tramos unidos entre sí. El inferior, ovalado, y el superior, en torno a la cabeza, circular. Está constituido por un ancho festón decorado con flores, palmetas y otros motivos vegetales, así como una sucesión de haces de rayos alternadamente mayores y menores.

Medidas. Altura: 210 centímetros, aproximadamente. Anchura: 120 centímetros.

Coronas. De la Virgen y del Niño. Plata en su color, aunque en la de Nuestra Señora presenta elementos sobredorados. De estilo coincidente con la época de la Imagen, puede datarse hacia 1710.

Finalmente cinceladas, combinando elementos geométricos con vegetales, la corona de la Virgen rodea su imperial con un resplandor de menudos rayos en tanto que sobre el orbe se sitúa una cruz de brazos iguales.

Medidas. Diámetro aros: 18 y 11 centímetros. Alturas: 30 y 23 centímetros, respectivamente. No tiene marcas de punzones ni inscripción.

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