Casi con total seguridad, el comentario escrito por Josefa Polonio Armada en las redes sociales puede que sea el comentario más emotivo que se ha podido leer tras el fallecimiento del párroco don Antonio Gómez Márquez. Josefa Polonio, concejal que lo fue del equipo de gobierno de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Montilla, lamentaba su pérdida en los siguientes términos:
"Este hombre, que siempre fue con sotana, que siempre tuvo una voz suave pero no pegajosa y una inmensa paciencia, tuvo el valor de enfrentarse con las autoridades franquistas de los primeros años 50, cuando aterrizó, por lo que entonces era el barrio marginal de Montilla para que se interesaran por las condiciones de vida de las personas que vivían allí. Era un cura prometedor, al que le echaron en cara que se "enterrara en vida", un barrio de semisalvajes, y él se partió el pecho por su gente. Hoy estamos todos de luto, creyentes y no creyentes. La República Independiente de las Casas Nuevas ha perdido a un hombre ejemplar".
Capellán del hogar asilo San Rafael
El traslado en los años 70 del asilo montillano al barrio del Gran Capitán llevó a don Antonio a desempeñar una nueva labor pastoral. En esta ocasión fue la atención a las personas mayores, que se ven acogidas en este centro, regentado por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. En la fotografía, publicada por Miguel Aguilar Portero, José María Luque Moreno, Juan Bosco Portero Castellano y Andrés Ramírez Hidalgo en la sección 'Montilla en el Objetivo' en una de las ediciones de archivo de la revista Nuestro Ambiente, podemos ver cómo un maduro capellán sonríe y acompaña a un grupo de ancianos acogidos en el Hogar de San Rafael.
No hay comentarios :
Publicar un comentario