28.7.15

Cientos de fieles peregrinan hasta el Pozo del Milagro, donde Solano clavó su bastón e hizo brotar agua


INCLUYE VÍDEO | De esta forma, rinden devoción a San Francisco Solano, en el pozo ubicado a seis kilómetros, al norte de la ciudad argentina de Trancas. Los primeros domingos después de la celebración de pascuas, cientos de fieles llegan al lugar y utilizan el agua bendita.

El Pozo del Milagro es conocido por ser donde San Francisco Solano clavó su bastón e hizo brotar agua, que después de 400 años perdura.

Tal y como informaba ayer lunes, día 27 de julio, El Diario 24, este pasado domingo, más de 300 devotos de San Francisco Solano caminaron hasta el también llamado Pozo del Pescado, en el municipio argentino de Trancas de la provincia de Tucumán. Ocurre que ese paraje fue donde San Francisco Solano clavó su bastón e hizo brotar agua para terminar con una larga sequía. Desde entonces, y por 400 años, todavía el agua fresca y cristalina es alivio para creyentes y escépticos.


Entre los testimonios que dan cuenta de los milagros está el de Susana Juárez de Porra, vecina de Concepción. “Hace cinco años enfermé de los intestinos. Estuve 44 días muy mal. Una señora me contó que su ex marido se había curado de un cáncer en la garganta, tomando agua del Pozo del Pescado. Entonces empecé a venir, a rezar, y a tomar esta agua bendita. Hasta que un día me hicieron una colonoscopia, y el médico, sorprendido, llamó a mi hijo y le dijo: ‘Mira, esto es un milagro. Tu madre no tiene nada en los intestinos’. Entonces yo comencé a llorar y le prometí a Solano difundir su obra y su devoción”, testimonia. Ella lleva un contingente de fieles todos los años al Pozo del Pescado.

Al lugar, ubicado a tres kilómetros de la Villa Vieja de Trancas, por la ex ruta 9, llegaron siete colectivos y más de 12 vehículos particulares. Fray Marcos Porta, guardián del Convento de San Francisco, acompañó la procesión que llevaba una pequeña imagen de San Francisco Solano. La procesión llegó hasta la pequeña gruta del santo, adornada con flores blancas y marrones, como el hábito franciscano.




El padre Marcos y los servidores de San Francisco, que llevaron cinco colectivos llenos de fieles, prepararon varias ceremonias que incluyen la bendición del agua, fuente de purificación y de renovación de las promesas bautismales, y del fuego. El cirio simboliza a Cristo, luz del mundo. Los servidores repartieron velas a los peregrinos, que encendieron con la llama del cirio para representar la unión entre todos y con Cristo.

La fiesta del Pozo del Pescado se realiza el domingo siguiente a la fiesta de San Francisco Solano, este año el 26 de julio.

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