27.9.15

El Gran Capitán recibe a sus primeros visitantes en el Museo del Ejército


Las aportaciones del montillano Gonzalo Fernández de Córdoba al arte de la guerra, sus victorias contra los ejércitos francés y otomano, muy superiores en número y armamento, unido a sus valores y moral, han hecho que sea una figura admirada más allá de España.

Tal y como informaba el pasado viernes el Ejército de Tierra, perteneciente al Ministerio de Defensa del Gobierno de España, la exposición temporal dedicada al montillano Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como El Gran Capitán -organizada por el Museo del Ejército con motivo del quinto centenario de la muerte de esta figura histórica-, fue inaugurada el 24 de septiembre por el director del Instituto de Historia y Cultura Militar, general Enrique Vidal de Loño.


El coronel Ansón explica la muestra / Foto: MUE

Le acompañó la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, junto a otros miembros de la corporación municipal, así como por el alcalde de Montilla, Rafael Llamas Salas, quienes tuvieron la oportunidad de ser los primeros en recorrer la muestra, guiados por el comisario de la misma y secretario general del Museo, coronel Jesús Ansón.

De este modo, pudieron admirar algunas de las piezas que componen la exposición, entre las que destacan las relacionadas con la captura de Boabdil en la batalla de Lucena (1483), armamento de la época y retratos prestados por el Museo del Prado, el Museo de Zaragoza, la Casa de los Tiros de Granada y el Alcázar de Segovia. Sobresalen también, por su valor histórico, el fondo documental prestado por los Duques de Maqueda, integrado por cartas inéditas entre Fernando el Católico y El Gran Capitán.

La finalidad de la muestra, que permanecerá abierta en el Museo del Ejército de Toledo hasta el 31 de enero, es dar a conocer a un personaje que jugó un papel decisivo en la historia de España al servicio de los Reyes Católicos y que acabó con la guerra medieval, tal como se concebía. Sus aportaciones al arte de la guerra, sus victorias contra los ejércitos francés y otomano, muy superiores en número y armamento, unido a sus valores y moral, han hecho que sea una figura admirada más allá de España.

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