9.4.16

Hoy se cumplen 75 años de la primera estación de penitencia de la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor


Tal día como hoy de hace 75 años, Miércoles Santo, día 9 de abril de 1941, realizaba estación de penitencia, por primera vez, por las calles de Montilla, la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor. La crónica de esa primera estación de penitencia fue recogida, ese mismo mes, por José Cobos Jiménez, bajo el título 'El Cristo del Amor recorre las calles de Montilla', como aparece reflejado en el libro 'Memoria de la Semana Santa: Montilla 1900-1965', de Miguel Aguilar Portero, Antonio Luis Jiménez Barranco y Jaime Luque Luque, y que reproducimos en esta publicación.


FOTOGRAFÍA: ARCHIVO DE ARTURO HIDALGO

Recordamos que el lunes 14 de marzo, la Hermandad Salesiana del Santísimo Cristo del Amor trasladó a su primera imagen titular, realizada en pasta, y que llegó a realizar estación de penitencia durante los tres primeros años de vida de la corporación, concretamente desde el Miércoles Santo de 1941 a 1943, hasta la Capilla Beato Miguel Molina de la Residencia Salesiana, procedente del altar de la Capilla del Colegio de la Casa Salesiana de San José del Valle en Cádiz, para ser expuesta, durante la pasada Semana Santa, en besapiés extraordinario, con motivo del 75º aniversario fundacional de la hermandad.

El Cristo del Amor recorre las calles de Montilla

"A partir de este año, Montilla cuenta con una hermandad más: la del Santísimo Cristo del Amor, que se venera en la acogedora Capilla de María Auxiliadora del Colegio Salesiano.

Después de una labor preparatoria relativamente breve, a la que los Padres Salesianos y la junta directiva de la hermandad han sabido imprimir el celo y el dinamismo que exigían las circunstancias, el día 9 el anhelo de todos ha sido una realidad consoladora.

Según anunció el presidente, señor Luque Velasco, cuya labor en pro de la organización y salida de esta procesión es digna de todo encomio, el Miércoles Santo salió del Colegio Salesiano el Cristo del Amor exactamente a las once en punto de la noche. La salida del Cristo ha sido, pues, en primer término, una ejemplar lección de puntualidad que con tanta negligencia acostumbramos los españoles a observar.

Momentos antes, el señor director del colegio se dirigió a quienes formaban la procesión, invitándoles a que, durante el recorrido de ella, ajustaran su conducta a las consignas dadas: observar un riguroso silencio y una absoluta disciplina. Sus últimas palabras fueron para decir que todos acreditaran a los ojos de la ciudad de Montilla, con su comportamiento, su calidad de caballeros católicos.


Salió el Santísimo Cristo del Amor, como hemos dicho, a los once en punto de la noche, siguiendo el itinerario siguiente: Colegio, Arcipreste Fernández Casado, Padre Miguel Molina, plaza de José Antonio, José de los Ángeles, Gran Capitán, José María Pemán, Calvo Sotelo, José María Carretero, Doctor Albiñana, Navarra, San Francisco Solano, Jiménez Castellanos, José María Alvear, Teniente Gracia, plaza de José Antonio, Padre Miguel Molina, Arcipreste Fernández Casado y Colegio Salesiano.

En los lugares convenidos se rezó la estación del vía crucis, en medio siempre del mayor recogimiento y compostura. Nada podemos añadir al comentario que la ciudad de Montilla ha dedicado a la procesión del Cristo del Amor. Comentario de caluroso elogio y de simpatía. Todos comprobaron que esta hermandad tiene un matiz nuevo, distinto al de otras. La pluma es pobre para acertar a describirlo.

Las recomendaciones que se dieron al principio fueron observadas con rigor por los cofrades. El silencio era absoluto y solamente era interrumpido, de vez en cuando, por una saeta, manifestación clásica del fervor y del dolor del pueblo ante la representación anual de la Pasión.

A la una y media de la madrugada, volvió el Cristo del Amor a la Capilla del Colegio, donde se rezó la última estación del vía crucis. El señor director se dirigió nuevamente a los presentes para exteriorizar su satisfacción por el espectáculo ejemplar que ofreció la procesión a la ciudad de Montilla. Terminó deseando que nuestro Señor derramara sus bendiciones sobre quienes tan fervorosamente lo habían acompañado en procesión.

Nadie titubea al afirmar que, teniendo en cuenta el éxito obtenido por esta hermandad en su primera salida, todos esperarán impacientes, en años sucesivos, cuando el tiempo haya dado lugar a otros perfeccionamientos, el día en que puedan contemplar, como este Miércoles Santo, un espéctaculo desconocido, un espectáculo nuevo de fervor: la procesión del Santísimo Cristo del Amor".

BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA

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