19.6.17

Montilla celebra la solemne procesión del Corpus Christi


Ayer domingo, día 18 de junio, solemnidad del Corpus Christi, tuvo lugar la procesión del Santísimo Sacramento por las calles de Montilla, una festividad en honor al cuerpo y a la sangre de Jesucristo en la institución de la eucaristía durante la Última Cena, la cual cuenta con una gran tradición en nuestra ciudad, donde hay constancia documental de la existencia de una cofradía sacramental con anterioridad a 1554.


Tras la celebración de una Misa Solemne, que se inició a las 18.00 de la tarde en la Parroquia de Santiago Apóstol, siendo concelebrada por los sacerdotes de nuestra ciudad, y cantada por la Escolanía de San Juan de Ávila, tuvo lugar la procesión del Santísimo Sacramento desde este templo montillano, acompañada de fieles y devotos, manifestando su fe en la presencia de Nuestro Señor Jesucristo, siendo portada la Santa Custodia, un año más, a costal, en un paso que fue donado, en el año 2014, por un matrimonio montillano.

El cortejo lo integró, saliendo del Templo Mayor de Montilla, la cruz parroquial, así como niños y niñas vestidos con el traje de la Primera Comunión, al haber recibido ambos dicho sacramento en este año. Asimismo, se pudo observar, como ya sucedió el pasado año, una disposición del guión procesional ampliada hasta seis miembros de cada junta de gobierno de las hermandades de nuestra ciudad, tanto de Pasión como de Gloria y de asociaciones religiosas en cada representación oficial, compuesta por la bandera o el bacalao de cada corporación, flanqueada por dos bordones, seguida del hermano o hermana mayor de cada una de ellas, rodeado o rodeada por dos bordones más, siendo así, el pasado año, una de las novedades de la jornada.


Precedió al paso del Santísimo Sacramento su cuerpo de acólitos, integrado por ciriales, incensarios y pertiguero, y el estandarte del Corpus Christi, en una tarde extremadamente calurosa en la que volvió a exhibirse la espectacular Santa Custodia realizada en 1808 por el platero cordobés Manuel Aguilar y que constituye uno de los mejores ejemplos de la platería neoclásica cordobesa. Fue el pasado año cuando este paso estrenó la peana, el baquetón y las maniguetas del mismo, obra, todos ellos, del joven tallista montillano Ismael López, capataz, a su vez, de este.

De igual manera, los sacerdotes de las parroquias de Montilla y diversas religiosas de nuestra ciudad integraron el cortejo, al cual no faltó el alcalde de Montilla, Rafael Llamas; la concejal de Comercio y Festejos, Lola Casado; y las concejales Ana Belén Feria y Carmen María Contreras; así como un representante de la Guardia Civil, y de la propia junta de gobierno de la Agrupación de Cofradías en pleno. Cerraba la comitiva la Agrupación Musical La Unión, que puso sus sones, como viene siendo habitual, a la misma.

La devota procesión solemne del Corpus Christi discurrió por las calles Iglesia, Gran Capitán, Capitán Alonso de Vargas, Escuelas, Fernández y Canivell, Santa Ana, San Francisco Solano, General Jiménez Castellanos, Puerta de Aguilar, plazuela de La Inmaculada, Corredera, plaza de La Rosa, Arcipreste Fernández Casado e Iglesia, para finalmente regresar a su templo sobre las 21.30 de la noche.


A lo largo de su recorrido, se dispusieron tres altares, situados en la calle Fernández y Canivell, en la misma puerta de acceso al Monasterio de Santa Ana, elaborado por la Hermandad de Nuestra Señora de Belén y su Grupo Joven de Priostía; en el mismo atrio de la Parroquia de San Francisco Solano, dispuesto por este templo montillano; y en la plaza de La Rosa, preparado, un año más, por la vocalía de Cultos y Priostía de la Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza.

De este modo, la solemnidad del Corpus Christi es la manifestación de culto por excelencia para los cristianos. Por eso, en coordinación y acuerdo con las cuatro parroquias de nuestra ciudad, la Agrupación de Cofradías de Montilla ha renovado su compromiso para organizar la procesión litúrgica que cada año en este día acompaña por las calles de nuestra localidad a Jesús Sacramentado, encaminada también al mayor esplendor y solemnidad de este fundamental culto público.


La Santa Custodia

El hermoso ostensorio del Corpus Christi, que recibe el nombre de Custodia de los Ángeles, luce de manera especial, desde el año 2014, al presidir el altar mayor de la Parroquia de Santiago Apóstol bajo su nuevo templete. Emplazado en el lugar que ocupaba el primitivo, esta nueva construcción vino a completar los trabajos de restauración a los que fue sometida la Parroquia Mayor de Montilla, trabajos que permitieron recuperar elementos propios de este templo, que desaparecieron con el paso de los años.

Dicho ostensorio se encuentra situado, a su vez, en un templete de plata realizado en Córdoba por Manuel Aguilar y Guerrero en 1808. “Tiene dos cuerpos sostenidos por columnas. En el principal, un ángel sirve de soporte al ostensorio, y en el superior, la imagen de San Francisco Solano. Los dos cuerpos se coronan con una pequeña cúpula de plata, donde figura el símbolo de la fe”, recogen Miguel Aguilar Portero y José Rey García en el libro 'Montilla en la mirada', de Manuel González Candelas, publicado en 1999.


Los autores de esta obra añaden, como dato curioso, que la procesión del Corpus Christi comenzaba en Montilla, hace años, con el paso de San Miguel, aunque, lamentablemente, el arcángel dejaría de acompañar a la valiosa custodia en la pasada década de los años sesenta del pasado siglo.

El Corpus Christi de Montilla en sus orígenes

Tal y como recoge María Teresa Dábrio González en su libro 'La custodia procesional en Córdoba', originariamente la música ocupaba un lugar preferente en Montilla con motivo de la celebración del Corpus Christi. Al menos desde finales del siglo XVI, el Corpus se anunciaba la víspera, al son de chirimías y tambores desde la torre de la Parroquia de Santiago Apóstol, al amanecer y al atardecer, y lo mismo se hacía durante la octava.

El Santísimo, como ya hemos mencionado, procesionaba en una custodia conocida como la "de los ángeles", y también se sabe que a estos actos asistió en algunas ocasiones el marqués de Priego. Las calles se exornaban con juncia y hojas de álamos y diferentes grupos de danzantes acompañaban el desfile sacramental, ataviados con sombreros de fieltro blanco, adornados con cintas de colores.


BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
FOTOGRAFÍAS: PASIÓN POR MVNDA

No hay comentarios :