9.10.17

Nuestra Señora de la Aurora se reencuentra con San Juan de Ávila en su procesión por las calles de Montilla


LA CRÓNICA: Nuestra Señora de la Aurora se reencuentra con los restos de San Juan de Ávila, a la llegada de la patrona de Montilla a la Basílica, en su procesión solemne celebrada justamente en el día en el que se cumplían cinco años de la declaración del Maestro de Santos como Doctor de la Iglesia Universal por parte del Papa Benedicto XVI.

Tras la solemne novena en honor a Nuestra Madre y Señora de la Aurora, que comenzó el pasado 28 de septiembre, concluyendo el pasado día 6, tuvo lugar, en la tarde-noche del pasado sábado, la procesión solemne en honor a la patrona de Montilla, partiendo, a partir de las 20.00 de la tarde, desde la Parroquia de San Francisco Solano, a los geniales sones, una vez más, de la Agrupación Musical La Unión de Montilla, tras la Santa Misa de las 19.00.


Tras su salida del templo patronal, el paso de la Santísima Virgen, que en su frontal lucía la sagrada reliquia de San Francisco Solano, discurrió por las calles El Santo, Santa Ana, Fernández y Canivell, Escuelas, San Juan de Ávila, Corredera, Ballén y San Francisco Solano, para finalmente regresar a su templo, congregándose, desde la calle Corredera, el mayor número de personas de todo su recorrido, siendo este bastante numeroso.

Abría el cortejo, flanqueada por dos faroles, la hermosa cruz de guía de la Franciscana Hermandad de Nuestra Señora de la Aurora y San Francisco Solano, patronos de Montilla, obra del montillano Antonio Herrador, totalmente concluida con motivo de la salida extraordinaria de San Francisco Solano del pasado 19 de noviembre, tras ser estrenada el 8 de octubre de 2016 en la solemne procesión de Nuestra Señora de la Aurora.

Tras ella, acompañaron a la comitiva, además de ambas banderas de la corporación patronal, representantes de las hermandades montillanas tanto de Pasión como de Gloria, así como miembros del clero parroquial de nuestra ciudad, como el párroco de San Francisco Solano, Ángel Lara Merino, uniéndose más tarde al cortejo, una vez concluidas sus celebraciones eucarísticas, el rector de la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila, José Félix García Jurado, y el párroco de La Asunción, Javier Algar Ruiz.


Asimismo, se contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas Salas, y de representantes de la Corporación Municipal y de la Guardia Civil. Además, fieles y devotos acompañaron, igualmente, a la patrona de Montilla, en tan esperada cita.

Ya al regreso a la Parroquia de San Francisco Solano, con la llegada de las 22.00 de la noche, y el repicar de las campanas de este templo, tal y como sucedió en la salida del cortejo, se lanzaron, en forma de ofrenda, pétalos de flores desde los balcones de la Iglesia de El Santo, engalanada para la ocasión, al igual que previamente ocurrió en la calle Escuelas desde la vivienda de la familia Bellido Vela. Así, a la entrada de la Santísima Virgen de la Aurora a dicho templo tampoco faltaron las tradicionales coplas en honor a la patrona de Montilla.

Sin duda, uno de los momentos cumbres de todo su itinerario fue a la llegada del paso de la Madre de Dios a la altura de la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila, girándose el mismo frente a los restos del Doctor de la Iglesia Universal, justamente en el día en el que se cumplían cinco años de dicha declaración, por parte del Papa Benedicto XVI.


Fue a partir de las 23.00 cuando tuvo lugar la tradicional Noche de Serenatas, inscritas en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía, en la que cientos de montillanos se aglomeraron a las puertas de la Casa del mejor de todos los montillanos para deleitarse con el arte de la Tuna de la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos Don Bosco de nuestra ciudad, del Grupo Los Auroros de la Centuria Romana Munda, del Coro de la Hermandad Salesiana y Cofradía del Santísimo Cristo de la Juventud en su Presentación al Pueblo, del Grupo Cadena, de la Tuna de Montilla, del Coro La Tradición y de la Tuna Estudiantil del Instituto de Educación Secundaria Inca Garcilaso, cantándole, todos ellos, espléndidamente, a nuestra Excelsa Patrona, Madre y Protectora, hasta las 2.15 de la madrugada.

Además, durante este pasado fin de semana, los puestos ambulantes con las tradicionales castañas y nueces se situaron en la plaza de La Rosa, donde la Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza ofreció, el viernes y el sábado, las típicas sopaipas con chocolate, de igual manera que hizo lo propio, en la víspera de la festividad de Nuestra Señora de la Aurora, la Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de la Caridad en sus Tristezas y San Francisco Solano en la confluencia de la calle Ballén y Corredera.

Por su parte, la Centuria Romana Mvnda volvió a obsequiar, en la Noche de La Aurora, a los centenares de montillanos que se acercaron hasta la Casa de los Romanos, situada en la calle Las Salas, para degustar sus tradicionales sopaipas con chocolate.

La imagen de Nuestra Señora de la Aurora

La imagen, de talla completa y con unos 152 centímetros de altura, se encuentra atribuida al maestro Diego de Mora. Está documentalmente fechada en 1698, citándose además la procedencia de la misma: "sin tener imagen de invocación alguna, trajo de Granada con proporción de Nuestra Señora del Rosario y se colocó en la capilla de la Iglesia de San Francisco Solano".


Y es que no se le conocerá como Aurora hasta 1699, cuando la autoridad eclesiástica obligue al cambio de advocación, al entender que no es posible que coincidan tres imágenes con el nombre de Rosario en la misma localidad. Ese mismo año se pedía permiso a la marquesa de Priego para la construcción de una nueva capilla, comenzando las obras en el año 1700. Finalmente, en 1703, el obispado aprobaba los estatutos de la hermandad.

Sin embargo, no es hasta el último tercio del siglo XIX cuando Nuestra Señora de la Aurora es proclamada nueva patrona de Montilla tras haberlo sido con anterioridad hasta esa fecha la Purísima Concepción de María, en cuyo recuerdo de ese patronazgo permanece en nuestra ciudad la popularmente conocida como plazuela de La Inmaculada.

La procesión de la Santísima Virgen de la Aurora responde a la costumbre centenaria a la que acudían, histórica y exclusivamente hombres, realizando el tradicional recorrido por Sotollón –calle San Francisco Solano a partir de 1894-, prosiguiendo por Padre Rosales –hoy General Jiménez Castellanos-, Puerta de Aguilar, plazuela de La Inmaculada, Corredera, plaza de La Rosa, Berríos –actualmente José de los Ángeles-, Torrecilla –Gran Capitán también a partir de 1894-, Capitán Alonso de Vargas, San Luis, Padre de Familias, Pozo Dulce, Enfermería y a su templo.

Tras años en los que la patrona no recorrió Montilla, a comienzos de los años 80 del pasado siglo, La Aurora volvió a la calle en un magnífico paso tallado perteneciente a la Santísima Virgen del Rosario, tal y como recogen en una edición de archivo de la revista Nuestro Ambiente, Miguel Aguilar Portero, José María Luque Moreno, Juan Bosco Portero Castellano y Andrés Ramírez Hidalgo.

BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
FOTOGRAFÍAS: BENJAMÍN PORTERO

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