28.3.18

Y la Hermandad de la Santa Cena volvió a tomar Montilla regresando a sus orígenes


La mágica tarde-noche del Martes Santo montillano es uno de los días más grandes de la Semana Santa de nuestra localidad con la estación de penitencia de tres hermandades. A partir de las 20.30 de la tarde, la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, fundada en 1956 por un grupo de jóvenes empleados del noble gremio de la vid y del vino, a iniciativa del afamado escritor y bodeguero, José Cobos Jiménez, inició su cortejo desde la Parroquia de La Asunción, a los sones de la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Salud de la localidad cordobesa de Castro del Río, tras el trono del Señor en la Santa Cena, y de la Banda de Música Pascual Marquina de Montilla, tras el palio de María Santísima de la Estrella.


Este año la novedad se encontraba en el trono del titular de la corporación, el cual procesionaba en el mismo en solitario. Una estampa que se produjo por última vez en 1997, antes de la llegada de los doce apostóles, obra del montillano José Luis Jiménez.

Radiante, sin lugar a dudas, y brillando con luz propia, se encontraba el Señor en la Santa Cena durante su estación de penitencia, como en los orígenes de esta corporación. Tal es así que a la llegada del cortejo a la confluencia de la avenida de María Auxiliadora con la plaza de La Merced, se vivió un momento muy emotivo al reencontrarse esta hermandad con sus orígenes y su pasado, y que también es presente, como es la Ermita de La Merced, y que, sin lugar a dudas, también será futuro.


Además de su llegada, a pocos metros de distancia de este histórico emplazamiento, como el que se produjo a las mismas puertas de Bodegas Alvear, las más antiguas de Andalucía, y que tan vinculadas están, igualmente, con los orígenes de esta hermandad, se vivieron varios momentos estelares.

Por un lado, a su llegada a la Capilla del Sagrado Descendimiento, donde le esperaban el Señor en su Sagrado Descendimiento y María Santísima de la Encarnación, a quienes la Hermandad de la Santa Cena, como es costumbre, realizó una ofrenda floral, y por otro, a su llegada a la Parroquia de San Francisco Solano.

Asimismo, estos momentos emotivos se repitieron tanto en la plazuela de la Inmaculada, donde se produjo una gran petalada a la titular de esta corporación y donde le esperaban centenares de montillanos, al igual que en la práctica totalidad de su itinerario por las calles de Montilla, como la ofrenda floral realizada, previamente, por esta corporación, al Santísimo Cristo del Calvario del Convento de Santa Ana, así como al regreso a su templo, la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, donde igualmente esperaba numeroso público expectante el retorno de las imágenes a su sede canónica y donde previamente se produjo el deseado encuentro entre el Señor en la Santa Cena y María Santísima de la Estrella, todo ello entre grandes ovaciones por las personas presentes.


































BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
REPORTAJE FOTOGRÁFICO: BENJAMÍN PORTERO DUQUE

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