16.4.19

En recuerdo de Arturo Hidalgo Trillo


El pasado 2 de enero fallecía Arturo Hidalgo Trillo, uno de los fundadores de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas de Montilla y hermano mayor de la misma desde 1977 a 1982. A modo de homenaje a su labor en el seno de esta corporación, recordamos que fue en la primera mitad del año 1955 cuando un grupo de jóvenes empleados pertenecientes al gremio de la vid y del vino deciden fundar, a iniciativa del escritor y bodeguero, José Cobos Jiménez, la Hermandad de Nuestra Señora de las Viñas, ante la preocupación que existía en aquel entonces por lograr la unión del gremio vitivinícola, desarrollar una labor social entre todos, promocionar los vinos de la tierra y dar culto a una patrona, honrándola anualmente en las fechas próximas a la vendimia.


Entusiasmados con la idea, acuerdan reunirse por primera vez en asamblea el 13 de noviembre de 1955, con el firme propósito de elegir a su primer hermano mayor y a su primer secretario, recayendo, respectivamente, tal honor y tal responsabilidad, en Álvaro de Alvear y en Arturo Hidalgo, quienes junto a Adolfo Baena, Javier Carmona, José Castro, José Delgado, Antonio Espejo, Juan Luque, Antonio Maya, Antonio Navarro, Nicolás Ponferrada, Francisco Ramírez, José Racero,…, se encargarían de componer la primera junta de gobierno de la hermandad, que estaría conformada también por un miembro de cada bodega, un viticultor, un corredor de vinos y un cosechero como muestra inequívoca del gran interés con el que los bodegueros montillanos colaboraron con el desarrollo activo de la hermandad.

Meses después, concretamente el 26 de agosto de 1956, el sueño de casi un pueblo entero se ve hecho realidad, ya que la imagen de Nuestra Señora de las Viñas, encargada al imaginero Amadeo Ruiz Olmos, es bendecida y traída en devota Romería a la entonces Parroquia de La Asunción, conocida actualmente como la Ermita de Nuestra Señora de la Merced, partiendo de El Parador de San Francisco Solano y actuando como padrino de la ceremonia el entonces alcalde Rafael Ruz Requena. Culminaron de manera magistral los actos centrales de esta primera Fiesta de la Vendimia Manuel Luque Velasco, primer pregonero del evento, y José María Navarro Requena, Capataz de Honor.

Al año siguiente, en 1957, un nuevo grupo de empleados de varias bodegas montillanas, entre los que se encontraban, entre otros, Javier Carmona, Arturo Hidalgo, José Jurado, Alberto Leiva, Juan Luque, Luis Portero, José Racero,…, deciden reunirse en el bar de Juanito Márquez, situado en la calle Corredera, con la idea de iniciar las gestiones necesarias para la ampliación del apartado de titulares de la hermandad, mediante la incorporación de la advocación del Señor en la Santa Cena, contando, para ello, con el incondicional apoyo de los empresarios Álvaro de Alvear, José Cobos, José María Navarro,…, y, cómo no, con el del párroco de Nuestra Señora de la Asunción, Antonio Gómez, a quien presentan el proyecto en octubre de 1957 y al que eligen, a partir de entonces, como su primer consiliario.

Seguidamente, y tras haber sentado las bases iniciales sobre las que se situaría el proyecto, el hermano mayor, Álvaro de Alvear, encarga al imaginero malagueño Pedro Pérez la talla del Señor en la Santa Cena que ni siquiera finalizaría, ya que debido principalmente al cobro por adelantado con el que se premió al artista, la imagen tuvo que ser demandada ante la Guardia Civil para ser definitivamente concluida y policromada en los Talleres Salesianos de la Trinidad, en Sevilla, por el director de la escuela, José María Geronés.


Afortunadamente, y tras una espera de dos años y medio, la talla del Señor en la Santa Cena, donada, al igual que la imagen de Nuestra Señora de las Viñas, por Francisco de Alvear, Conde de la Cortina, llega a la entonces Parroquia de La Asunción el 21 de febrero de 1960, donde es bendecida en una emotiva ceremonia presidida por el que, desde algo más de un año antes, sería su nuevo hermano mayor, Julián Ramírez, y durante la que actuarían, como padrinos de la imagen, José María de Alvear y su esposa Pilar Dávila, siendo, de este modo, el Lunes Santo de 1960 la primera vez en la que el Señor del Barrio procesionaba por las calles de nuestra ciudad.

Años más tarde, ya en 1977, Arturo Hidalgo, alma mater de la hermandad desde su creación y secretario, entre otras muchas labores desde sus comienzos, es nombrado hermano mayor. Con él, y debido a que desde la primera estación de penitencia del Señor en la Santa Cena, la hermandad tuvo que pedir el paso prestado a varias hermandades, principalmente a la del Santísimo Cristo Resucitado, esta corporación compra, en el primer año de su mandato, el trono en el que durante los años 60 del pasado siglo había procesionado al Sagrado Corazón de Jesús, al mismo tiempo que encarga al tallista montillano Antonio Herrador un paso de palio para María Santísima de la Estrella, imagen incorporada también ese mismo año a la estación de penitencia, procedente, al igual que el trono de La Santa Cena, de la Parroquia de los Padres Jesuitas, y realizada por el presbítero Francisco Molina en 1832, con vestiduras elaboradas por Aurora Ponferrada.

En 1982, dos años más tarde de la restauración llevada a cabo por el artista cordobés Manuel Camacho sobre la imagen del Señor en la Santa Cena, Ángel Lara, gerente del grupo RUMASA en Montilla, recoge el testigo entregado por Arturo Hidalgo como hermano mayor de la hermandad.

Capataz de Honor de la Fiesta de la Vendimia en los momentos más difíciles por los que atravesaba la misma, tras ser uno de los artífices para que fuera declarada de Interés Turístico, Arturo Hidalgo fue pregonero de la Semana Santa de Montilla y de la Romería Virgen de las Viñas, así como colaborador en las revistas ‘Verde y Oro’ y ‘Una Estrella en el Camino’ de esta hermandad. Descanse en paz.

BENJAMÍN PORTERO DUQUE
UNA ESTRELLA EN EL CAMINO / CUARESMA 2019

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