2.4.20

Las Madres Concepcionistas Franciscanas del Monasterio de Santa Ana de Montilla confeccionan mascarillas


Las Madres Concepcionistas Franciscanas de la Orden de la Inmaculada de María del Monasterio de Santa Ana de Montilla, y en concreto Sor Margarita, nos remiten un texto, con sus correspondientes imágenes, en el que nos informan que han intensificado sus oraciones, con motivo de esta terrible pandemia, y que igualmente se encuentran confeccionando mascarillas, el cual reproducimos a continuación.

Orando y confeccionando mascarillas

Desde que saltaron las alarmas por la pandemia del coronavirus, hemos intensificado la oración pidiendo por los enfermos, sus familiares, por los sanitarios que están dando la vida, por la fuerza del orden que cuida y vela por todos y por el eterno descanso de todos los difuntos. Además de orar, estamos aportando nuestro granito de arena confeccionando mascarillas, y así, contribuir de alguna forma en la lucha contra el coronavirus.


Por nuestra vocación y forma de vida, nuestro confinamiento es voluntario, y desde él tenemos presente a tantas familias que están sufriendo la enfermedad y la muerte de sus seres queridos en la soledad, sin poder acompañarlos ni decirles adiós. Nosotras, desde el silencio, estamos, en las cabeceras de sus camas, consolándoles con nuestra presencia oculta junto con nuestra Madre María Inmaculada.

El Papa Francisco pedía a las familias en confinamiento involuntario que sus corazones traspasasen las paredes de sus hogares. También los pastores de nuestra Iglesia en España nos pedían no sentirnos solos ni dejar a nadie solo, sentirnos hermanos, ahora más que nunca. Nunca podríamos haber imaginado y mucho menos pensado que algo tan cruel llegara a unirnos de esta manera. Sin duda, el Señor saca bienes de los males. ¡Aquí tenemos la prueba!

Desde nuestro silencio, os enviamos un abrazo muy fuerte cargado de ánimo y mucha fe y esperanza en el Señor. Aprovechemos este tiempo para leer la Palabra de Dios, orar más y dedicarle más tiempo a la familia. Nos ponemos bajo la protección de María, nuestra Madre por excelencia.





SOR MARGARITA / MONASTERIO DE SANTA ANA

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