4.4.21

Así fue el colofón final en la Exaltación del Pregón de la Semana Santa de Montilla 2021

Colofón final

Música: 'Exsultate Justi', 'BSO El Imperio del Sol, John Williams

Narrador: Salvador Ruiz Pino
   
Montillano, tu grano de arena hace un montón junto al de otros y este montón de inquietudes hace de la Semana Santa montillana el orgullo de un pueblo que sabe honrar a Dios, representado en sus sagradas imágenes, poniendo en ello todo su saber y entender, todo su corazón y entrega, dejándose en ello hasta el último aliento.


La Semana Santa de Montilla, que empieza con la alegría del Domingo de Ramos, anda el camino doloroso de la pasión hasta la muerte, y termina con la exaltación sublime de la alegría el Domingo de Resurrección, podría resumirse en el lema que adoptó Beethoven: “Por el dolor a la alegría”.

Ese es el auténtico sentido de la fe del cristiano: saber que por el dolor se va a la alegría. El dolor se diferencia de la desesperación en que es creativo, el dolor construye, la desesperación destruye. Dios construyó la salvación del hombre, la alegría en términos cristianos, por medio del dolor de su Hijo, dolor de Dios, pero también dolor de hombre y eso es lo que lo hace cercano a nosotros, que conocemos el dolor.

Eso adquiere especial importancia en una sociedad como la nuestra, incapaz de soportar la más leve contrariedad. Una sociedad que no valora el esfuerzo ni el sufrimiento. Una sociedad que sólo busca la comodidad y la facilidad, ignorando u olvidando que el dolor llegará en cualquier momento: enfermedad, injusticia, falta de trabajo, desamor... Juan Pablo II fue un ejemplo gigantesco de resistencia al dolor, de sobreponerse al sufrimiento...

Por el dolor a la alegría. Es necesario aprender cuanto antes que a la alegría, que es la meta, no se llega sin haber andado antes el camino del dolor. Esa es la gran lección de nuestra Semana Santa, que el Maestro repite incansablemente desde hace 2000 años y que el hombre se resiste a comprender y adoptar como consigna y pauta en la vida. Por el dolor a la alegría.

No puedo terminar sin dedicar algunas palabras a nuestra Madre del Cielo, que tan acertadamente está representada en las distintas advocaciones de las hermandades de Pasión y de Gloria, y lo haré a modo de letanía, pidiéndole su intercesión por nosotros y por la cristiana celebración de la Semana Santa. Dice así:

Madre María de Nazaret: Guíanos.
Madre de los hermanos del Cristo de la Juventud.
Arca de los recuerdos de la infancia de Cristo.
Ejemplo para las madres que esperan el regreso de sus hijos.

María Santísima de la Estrella: Ilumínanos.
Guía del Barrio del Gran Capitán.
Estrella refulgente del Martes Santo montillano.
Faro de los hermanos del Señor de la Santa Cena.

Virgen de la Viñas: Defiéndenos.
Santa Madre de los viticultores.
Reina del consenso.
Cáliz que contiene la sangre de Cristo.

Santa María del Socorro: Ayúdanos.
Ayuda del penitente.
Refugio del soldado.
Reina y Madre del Barrio de la Escuchuela.

María Santísima de la Caridad en sus Tristezas: Ampáranos.
Consuelo de las almas franciscanas.
Bálsamo que cura las heridas de la pena.
Reina y Madre del amor verdadero.

María Santísima de la Esperanza: Consuélanos.
Reina en la Plaza de la Rosa.
Vigía de las tradiciones del Jueves Santo.
Madre y Virgen de los que esperan sin desaliento.

María Santísima de la Amargura: Confórtanos.
Vaso de la Misericordia de Dios del Barrio de la Cruz.
Tesoro descubierto por Cristóbal Gómez.
Señora y dueña de La Madrugá montillana.

María Santísima de los Dolores: Protégenos.
Madre del misterio de la calle Juan Colín.
Esplendor en la mañana del Viernes Santo.
Fuente de inspiración de Manuel Garnelo.

María Santísima de la Encarnación: Redímenos.
Reina salida de las manos de Antonio Bernal.
Lucero que ilumina la tarde del Viernes Santo.
Refugio de los hermanos del Sagrado Descendimiento.

María Santísima de la Soledad: Acompáñanos.
Madre y Señora de los asilos de San Juan de Dios y de San Rafael.
Abrigo para los corazones solitarios.
Luz en las tinieblas del Viernes Santo.

Virgen de las Angustias: Alívianos.
Regazo bendito del cuerpo de Dios hecho hombre.
Ejemplo de fortaleza ante la muerte.
Sendero mitigante de los que padecen.

Nuestra Señora de la Paz: Alégranos.
Vaso rebosante de la Paz que necesitan nuestras almas.
Alegría infinita que llena la mañana del Domingo de Pascua.
Puerta del cielo en la redención de los pecadores.

María Auxiliadora de los Cristianos: Escúchanos.

Virgen de la Aurora, Patrona de Montilla: Fortalécenos e intercede por nosotros para que el espíritu cofrade que nos invade en estos días se prolongue en el tiempo, aumente en buenas obras y así conseguir que nuestra Semana Santa cada vez sea más Semana y más Santa.

JOSÉ FERREIRA GUTIÉRREZ, 2012
FOTO: HERMANDAD DE LA SANTA CENA

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