La cantaora catalana Mayte Martín ha sido la encargada de inaugurar el curso académico 2021-2022 de la Cátedra de Flamencología 'Agustín Gómez' de la Universidad de Córdoba (UCO), que este año celebra su 25º aniversario. El evento tuvo lugar en la tarde del pasado lunes en el Salón de Actos del Rectorado, al que acudieron numerosos estudiantes al recuperarse con normalidad las clases presenciales.
La inauguración estuvo presidida por el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, acompañado de la diputada de Cultura de la Diputación, María Salud Navajas; el director de la Cátedra, David Pino; así como el director del Conservatorio Superior de Córdoba y numerosas autoridades y representantes de los Ayuntamientos de Puente Genil y Córdoba, incluido el alcalde, José María Bellido, y miembros del consejo asesor de la Cátedra.
Así, David Pino anunció como novedades este año el establecimiento de un premio de la Cátedra de Flamencología, las relaciones de patrocinio con los consistorios pontanés y cordobés, así como el establecimiento de una línea de colaboración con el Conservatorio Superior de Córdoba. El presente curso académico, que también se oferta en formato online, cuenta con cerca de 300 estudiantes, de los cuales un centenar proceden de países como Méjico, Argentina, Canadá, Perú, Holanda o Alemania, entre otros.
El rector de la UCO felicitó a la Cátedra por sus 25 años y destacó su labor pionera tanto en Andalucía como en la UCO, “pues ha ido marcando el ritmo de otras, todo ello innovando, sin perder su esencia, y sabiendo dar respuesta a las demandas de la sociedad”.
Mayte Martín: la honestidad artística
Según subrayó el director de la Cátedra de Flamencología durante la presentación de la artista invitada, Mayte Martín es una de las cantaoras de mayor prestigio en el panorama actual del flamenco, a la que definió como “una artista con un alto sentido del honor en su profesión, en la que su posicionamiento ético mantiene un inusitado equilibrio con el estético. Perfeccionista sin paliativos, transita en ese espacio atípico de artista que no necesita estar en constante candelero –aunque de hecho sí lo está- para seguir siendo considerada día a día y después de tanto tiempo como una de las figuras con mayor impacto en la historia del flamenco”.
En la conversación mantenida entre ambos, Mayte Martín explicó que no se ha profesionalizado en el sentido que sigue amando la música y emocionándose de la misma forma con el flamenco como cuando era niña y escuchaba a los grandes como Camarón, Caracol o La niña de los peines. La cantaora definió la música como “un refugio que me permite aislarme de la fealdad del mundo real” y, de entre todas las músicas, el flamenco es la que más enraizada está en mí.
Preguntada por si ha tenido dificultades en su carrera por el hecho de ser catalana, la cantaora admitió que sí, pero que también las ha tenido por su forma de estar en el mundo, por ejemplo, cuando insistía en llevar siempre a su guitarrista a los festivales y eso “me hacía ser considerada un bicho raro”. Además, añadió que “soy tan catalana como Lluis Llach o Joan Manuel Serrat, solo que yo me expreso por seguiriyas o peteneras. Soy hija de un malagueño y me enorgullece que la mayoría de los catalanes sean abiertos, mestizos y tolerantes”.
Respecto a su opinión sobre el flamenco como posicionamiento político, Mayte Martín indicó que “si nace de una necesidad artística pura, no comercial, me parece fantástico. Es más, ni siquiera hace falta que las letras sean de protesta o reivindicativas: tu propia forma de estar en el mundo como artista ya puede ser una forma de reivindicación”. El diálogo con David Pino continuó en torno a su relación con otros géneros musicales como el bolero, su perfil como compositora, aparte de como cantaora o la industria musical.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
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