"Terminamos la XXXVII Cata del Vino. Con su finalización queremos agradecer a todos los cordobeses y foráneos su visita y participación de esta cita enogastronómica. Ya hacía dos largos años que no podíamos disfrutar de ella y las ganas y entusiasmo por la misma se han hecho notar estos cinco días, llenos de celebración y alegría.
Nos vemos el año que viene con las mismas ganas e ilusión, asumiendo los cambios que debemos adoptar para su mejora. ¡Muchas gracias a todos!", destaca el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Protegidas Montilla-Moriles y Vinagre de Montilla-Moriles.
A las 17.30, el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Protegidas Montilla-Moriles y Vinagre de Montilla-Moriles ha clausurado, oficialmente, la XXXVII Cata del Vino Montilla-Moriles con una satisfacción contenida por el magnífico resultado de la cita enogastronómica, tanto a nivel de asistencia y respuesta cívica de los cordobeses, como por el sentir general sobre la misma, pero con la responsabilidad de asumir los cambios que haya que adoptar en el futuro para su mejora, ya que se han convertido en una referencia turística y promocional de primer orden.
El Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Protegidas Montilla-Moriles y Vinagre de Montilla-Moriles ha dado por concluida la XXXVII Cata del Vino Montilla-Moriles en la explanada de la Excelentísima Diputación de Córdoba, que durante cinco días ha albergado la celebración de esta cita enogastronómica, que ha convocado a cordobeses y foráneos, tras dos años de limitaciones por la pandemia del COVID-19.
La misma ha tenido una respuesta extraordinaria tanto a nivel de asistencia como por el resultado general. Por ello, se han cumplido todos los objetivos que el Consejo Regulador, las bodegas y los establecimientos de restauración presentes se habían trazado a su inicio.
Esta nueva edición de la XXXVII Cata del Vino ha venido marcada por la nueva situación tras la pandemia que, sin duda, ha condiciones las distintas actuaciones de la organización, tratando de adaptar un evento de estas características y singularidad a una nueva situación en la que cobra especial interés la gestión de los aforos permitidos por las autoridades.
A pesar de las inclemencias meteorológicas de viernes y sábado, el buen ambiente, la sociabilización y el disfrute general en el recinto han sido la tónica general para los asistentes, que, además, han respondido, con responsabilidad y respeto, a los cambios adoptados.
Durante estos días, la XXXVII Cata del Vino ha sido el foco mediático social y político de la ciudad de Córdoba, donde el Consejo Regulador ha recibido la visita de la inmensa mayoría de los dirigentes políticos, sociales y económicos del ámbito local y provincial, así como a representantes cordobeses en las instituciones públicas regionales, nacionales y europeas, quienes han puesto de manifiesto el apoyo incondicional a esta cita tan nuestra.
Pero por la XXXVII Cata del Vino también han pasado aquellos que, atraídos por la respuesta ciudadana al evento, han querido apoyarla desde su posición institucional, caso del Secretario General del Partido Socialista de Andalucía, Juan Espadas, o el mismísimo Ministro de Agricultura, Luis Planas, quienes estuvieron el jueves y el viernes en el recinto.
Todas las actividades programadas, tanto en el stand institucional del Consejo Regulador como en las propias instalaciones de la Diputación Provincial, caso de las catas dirigidas de bodegas, han sido un completo éxito de convocatoria, llegando al pleno en su totalidad.
Y en el plano de asistencia y resultado económico, no será este año el más apropiado para buscar datos ni "récords" de participación, pues la organización se congratula cuando la responsabilidad gana a la economía.
Para el Consejo Regulador es muy satisfactorio haber podido cumplir las expectativas de todos los intereses representados en la XXXVII Cata del Vino. En primer lugar, internamente, volver a celebrar un acto de esta envergadura pone de manifesto el compromiso del sector vitivinícola con Córdoba y los cordobeses, pero también con un sector como el hostelero, al que se le ha dedicado, y que ha respondido, de un modo claro y directo, a la llamada de la organización para convertir en el futuro a la Cata del Vino en un espacio enogastronómico y turístico de primer nivel.
En segundo lugar, desde el punto de vista institucional, por el apoyo antes descrito a la Cata del Vino en general y a la organización de la misma en particular. Y, por último, honrándonos por la presencia de la ciudad de Córdoba y de los asistentes foráneos. Todos ellos han mostrado un firme interés en conocer, promover y posicionar los vinos de nuestra tierra.
Pero el gran éxito obtenido en la XXXVII Cata del Vino no debe eclipsar la necesidad de una revisión de determinadas actuaciones que la rodean y que, mal entendidas o mal comunicadas, pueden dar como ciertas situaciones que nada tiene que ver con la realidad, más allá de casos muy concretos y lejos de la generalidad.
La revisión del modelo siempre ha estado en la mente de todos, y por eso con esta clausura damos comienzo a la preparación de la XXXVIII Cata del Vino Montilla-Moriles. Muchas gracias, Córdoba, concluye el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Protegidas Montilla-Moriles y Vinagre de Montilla-Moriles.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
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