Francisco invita a ponerse “delante de las personas que están rotas para abrir con ellas caminos de restauración”.
El Papa Francisco, recibió en el mediodía de ayer, en audiencia, al Consejo General de Cáritas Española con motivo del 75º aniversario de su fundación. Durante el encuentro, que ha tenido lugar en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, el Santo Padre recordó que “la Caridad, el Amor con mayúsculas, es el rasgo más esencial del ser humano, creado a imagen de Dios, y por ello el lenguaje que más nos une”.
“Si Cristo nos llama a la comunión con Dios y con el hermano, vuestro esfuerzo se encamina precisamente a reconquistar esa unidad a veces perdida en las personas y en las comunidades”, aseguró. En su breve mensaje de felicitación, Francisco reflexionó sobre los principales retos que se ha planteado la institución en estos tres cuartos de siglo: “Trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos”, “realizar acciones significativas” y “ser cauce de la acción de la comunidad eclesial”.
“Entregar la propia vida”
Sobre el primero de estos desafíos, el Papa indicó que “no son los resultados los que nos mueven”, sino “ponernos delante de esa persona que está rota, acogerla y abrir para ella caminos de restauración, de modo que pueda encontrarse a sí misma, siendo capaz, a pesar de sus limitaciones y las nuestras, de buscar su sitio y de abrirse a los demás y a Dios”. “El único momento en que es lícito mirar a una persona de arriba abajo es para ayudarla a levantarse”, subrayó.
En relación al esfuerzo de Cáritas por “realizar acciones significativas”, el Santo Padre invitó a “entregar la propia vida”, ya que la Caridad no trata de “gestos que buscan salir del paso”, sino de ofrecer a las personas “una puerta abierta hacia una vida nueva”. “El Señor nos propone ser fermento de un reino de justicia, de amor y de paz”, apuntó.
Sobre la misión de Cáritas de “ser cauce de la acción eclesial”, Francisco recordó que la Caridad “no es simplemente una gestión ordenada de los recursos, o un espacio en el que poder descargar la responsabilidad de esta delicada misión eclesial”, sino ser “esa mano tendida que es Cristo cuando nosotros la ofrecemos al que nos necesita, y a la vez nos permite aferrar a Cristo cuando Él nos interpela en el sufrimiento del hermano”.
“Ejemplo de solidaridad”
El presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, agradeció a Francisco su “ejemplo de solidaridad, lucha por la justicia y el cuidado de la casa común”. “Una vez más quiero agradecerle en nombre de todos los que formamos Cáritas Española su compromiso por seguir alentando y manteniendo nuestra institución”, aseguró.
Manuel Bretón expresó gratitud al Santo Padre por su “apoyo” a “todas las personas que se acercan a Cáritas en busca de una vida mejor, de aquellos que no llegan a conseguirla y los que lejos de las fronteras de nuestro país siguen luchando para alcanzar condiciones dignas que les permita cubrir sus necesidades básicas”.
En su mensaje, recordó que a lo largo de estos 75 años Cáritas ha tenido que afrontar tiempos difíciles. “Nos hemos tenido que adaptar, como el mundo entero, a las secuelas de una pandemia y a una guerra cercana a las puertas de Europa, sin olvidar todas las que siguen abiertas en el mundo”, apostilló.
Pese a un escenario de creciente inestabilidad, Manuel Bretón recordó que “la esperanza, el tesón, la fe y el apoyo incondicional de los obispos, las instituciones, donantes privados y empresas han sido un gran aliciente para intentar estar a la altura de la confianza depositada en Cáritas, como Iglesia en su acción socio caritativa”.
Juan José Omella, junto al Consejo General
En la audiencia estuvieron presentes el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella; el presidente de la Subcomisión Episcopal de Acción Caritativa y Social y obispo responsable de Cáritas, monseñor Jesús Fernández; el vicepresidente Enrique Carrero; la secretaria general, Natalia Peiro; el delegado episcopal Vicente Martín, y los presidentes de las Cáritas regionales de Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, País Vasco y Navarra, Comunidad Valenciana y Murcia.
Junto a ellos se encontraban también los consejeros por designación episcopal, la presidenta de la Asociación San Vicente de Paúl y los directores de la Cáritas Castrense y de las diocesanas de Barcelona, Madrid, Burgos y Málaga, además de los responsables de las áreas de Cooperación, Comunicación, Administración, Acción Social, Desarrollo Institucional y los miembros del Gabinete de presidencia.
Cáritas Española es la confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica. Instituida en 1947 por la Conferencia Episcopal Española, tiene por objeto la realización de la acción caritativa y social, a través de sus miembros confederados.
Las 70 Cáritas Diocesanas repartidas por toda España promueven el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos. Desarrolla su acción gracias a la financiación pública y privada, transformando estas aportaciones en cifras valiosas, aquellas que hablan de desarrollo, justicia y esperanza.
Durante el año 2021, Cáritas invirtió un total de 403.158.987 euros, de los cuales el 69% procedió de aportaciones privadas de donantes, participantes, empresas, instituciones, entidades de economía social y herencias y legados, mientras que el 31% restante resultó de aportaciones de las administraciones públicas.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
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