17.1.23

La imagen de María Santísima Nazarena preside el cartel de la Semana Santa de Córdoba 2023

La imagen de María Santísima Nazarena preside el cartel de la Semana Santa de Córdoba 2023, obra del pintor sevillano José Cabrera Lasso de la Vega.
 
El pasado sábado se presentó en el centro de convenciones de la Caja Rural de Córdoba el cartel que anuncia la Semana Santa de Córdoba de 2023. Además, también se proyectó el vídeo de promoción de la Semana Santa cordobesa que servirá de apoyo a la presentación que se llevará a cabo en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR) durante los próximos días. Este es el texto que leyó el autor, José Cabrera Lasso de la Vega, donde describe su trabajo:


“Se trata de una obra cuyo grafismo y enmarque están influenciados por la estética modernista imperante en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX. Algo que se refleja tanto en la tipografía elegida como en los colores usados en ella.

Sin embargo el resto de la composición es extremadamente fiel a mi estilo, con una gran carga figurativa e importantes dosis de realismo y matices que juegan con recursos característicos de las ilustraciones publicitarias e incluso cinematográficas propias del segundo tercio del pasado siglo.

María Santísima Nazarena, de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, protagoniza la obra, recreándose un recorrido por la Pasión de Cristo que se desarrolla inmersa en la propia imagen dolorosa. En el fondo, con un tratamiento de tintas planas, destacan motivos geométricos que recuerdan a las ventanas de la Puerta del Espíritu Santo, uno de los más bellos accesos a la Mezquita Catedral.

Sobre la mano izquierda de la Virgen y recortando su tocado, surge el elemento más significativo de la entrada triunfal en Jerusalén: la palma. Seguidamente y bajo una luna llena, el fondo tenderá hacia tonos azulados que nos confortarán como a Jesús de la Oración en el Huerto aquella noche en el Monte de los Olivos.

Bajo esta escena la gama de colores se torna rojiza cual sangre derramada, y el martirio se hace latente en el dramático y desgarrador rostro de Nuestro Padre Jesús Humilde en la coronación de espinas de la Hermandad de la Merced: ¡el Rey del Zumbacón!

Justo a su derecha en un plano más lejano y rodeado de una atmósfera de incienso, asoma el perfil del Nazareno de la Cofradía de la Vera Cruz, el Señor de los Reyes, camino al Monte Calvario, o Lugar de la Calavera, donde Cristo fue crucificado.

Esa escena, la de la crucifixión, se va a representar en la parte inferior derecha, donde según la tradición cristiana en aquel sitio se encontrarían los restos de Adán, justo en el lugar donde Jesús murió. Sobre el primer pecado se alza la efigie del Santo Cristo de la Universidad, titular de la hermandad estudiantil, en la que sin mostrar su rostro se contempla la tortura y las laceraciones de su cuerpo que reproducen las heridas reflejadas en la Sábana de Turín.

Algunas estrellas rodean la imagen envueltas en colores, esta vez con tonos morados y púrpura, símbolo de penitencia, como aquellas estrellas del velo de tinieblas que porta el Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas, cuando todo se tornó en tiniebla y oscuridad.

Finalizando este Vía Crucis, aparece un pañuelo en la mano derecha de la Virgen, que a modo de sudario acuna a la imagen del hijo muerto, representado como Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro. En la parte más alta de la composición destaca la cruz portando el sudario como triunfo de Jesús sobre la muerte y también como símbolo de su Resurrección.

En el centro, sobre el texto, el cortejo de nazarenos de la Hermandad de las Angustias alza su Cruz de Guía para anunciar la llegada de la Semana Grande a la ciudad. Sobre ella, una paloma que parece haber escapado del fastuoso manto de las palomas de Nuestra Señora de los Dolores, se nos presenta coronada y portando una rama de olivo para rememorar la reciente Coronación Canónica de la Virgen de la Paz y Esperanza.

Por último, la mirada de María Santísima Nazarena conducirá al espectador, a ustedes, hacia el nombre de la ciudad, hacia Córdoba, que queda acentuada por uno de los característicos clavos florecidos del Crucificado de Ánimas, destacando como centro de todo, como colofón, el corazón traspasado y desgarrado de la Virgen de los Dolores Coronada, símbolo inequívoco e identificativo de la Semana Santa cordobesa”, tal y como informa la Agrupación de Hermandad y Cofradías de Córdoba.

REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA

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