1.10.23

Se cumplen diez años del desplome repentino de parte de la cubierta de la Parroquia de La Asunción

REPORTAJE | El programa 'La Mañana de La 1', de Televisión Española, se puso en contacto con Pasión por Mvnda al producirse el suceso.

Tal día como hoy de hace diez años, 1 de octubre de 2013, se desplomó repentinamente, en torno a las 14.15 de la tarde, parte de la cubierta de uno de los laterales del principal templo del Barrio del Gran Capitán, concretamente una parte importante de su nave lateral derecha, al partirse por el centro el forjado, lo que obligó al Obispado de Córdoba a cerrarlo, ese mismo día, temporalmente al culto, según indicaciones del entonces director técnico de Patrimonio del Obispado, Rafael Prados.


Desde el Obispado de Córdoba se calificaron de "gravísimos" los daños estructurales del templo. "Se aprecian fisuras en los forjados y en todas las escayolas que rodean la Iglesia". Dicho derrumbe provocó daños de consideración en la iglesia, y también, en la imagen del Señor en La Santa Cena, que perdió los dos brazos y una de las potencias, aunque con la enorme fortuna que en el momento del desplome, la iglesia se encontraba cerrada, y por lo tanto vacía de personas que, en caso contrario, hubiese desencadenado en una gran tragedia.

Las obras para la rehabilitación de la Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción -que arrancaron el 24 de febrero de 2014- con el inicio del desmontaje de la cubierta más afectada de la iglesia, contó con un proyecto redactado por los servicios técnicos del Obispado de Córdoba y contemplaba el entejado de todo el templo y una actuación integral de sustitución tanto de la cubierta de las dos naves laterales del mismo, como de las dependencias parroquiales donde, además, se acometió una nueva distribución para la sacristía, los salones para los grupos y la guardería infantil anexa al templo.


Tras descartar la necesidad de demoler la cubierta de la nave central, las obras también se centraron en reforzar y consolidar esta estructura, que había sufrido menos los problemas de infiltración de agua que, a juicio de un informe técnico elaborado por el propio Obispado, podría haber causado el desplome de la techumbre más próxima a la calle Conde de la Cortina.

La Parroquia reabrió sus puertas el domingo 27 de julio

La Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción volvió a abrir sus puertas al culto el domingo 27 de julio de 2014, tras haber permanecido cerrada al culto cerca de diez meses, con una Misa de Acción de Gracias que fue presidida por el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que dio comienzo a partir de las 20.30 de la tarde.

Minutos antes del horario fijado para el inicio de la misma, llegaba a este templo montillano Demetrio Fernández, que era recibido, a sus puertas, por su entonces párroco Javier Algar Ruiz, quien explicó y mostró al Obispo las diversas actuaciones que se habían acometido en la parroquia.




Con la presencia, igualmente, del entonces primer teniente de alcalde, José Repiso, que ejercía en dicho acto como alcalde en funciones; del vicepresidente primero de la Diputación, Salvador Fuentes -actualmente máximo responsable de la institución provincial-; de varios miembros del equipo de gobierno y de representantes de la Corporación Municipal en el Ayuntamiento de Montilla, además de autoridades civiles, entre otras personalidades de aquella época, daba inicio la ceremonia concelebrada por la casi totalidad de sacerdotes y párrocos de nuestra localidad así como del que fuera párroco de dicho templo, Francisco Javier Moreno Pozo.

En una Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción abarrotada de feligreses, vecinos, prácticamente todos ellos, del Barrio del Gran Capitán, y en la que intervino durante la Misa de Acción de Gracias el coro de esta parroquia, su entonces párroco Javier Algar felicitaba y agradecía a todos los grupos parroquiales y todas aquellas personas que habían colaborado, ya fuera económicamente, en labores de limpieza u otro modo, con la misma, destacando la figura del matrimonio montillano que había cedido durante los últimos siete meses su local de la calle Ronda del Canillo para que funcionase como iglesia provisional.


Durante la homilía, el Obispo de Córdoba destacaba que "la Iglesia es pobre" para mantener todos los gastos que tiene que hacer frente. Y lo hizo poniendo como ejemplo el sueldo de un sacerdote, "al situarse por debajo del salario mínimo interprofesional".

De hecho, resaltaba que el presupuesto de los últimos años del Obispado de Córdoba había sido destinado, en su mayor parte, a Montilla, para acometer las obras de restauración en la Parroquia de San Francisco Solano, en su momento, y últimamente en las iglesias de San Agustín, Santiago y La Asunción.

De este modo, Demetrio Fernández animaba a los feligreses y al resto de montillanos a colaborar económicamente con la Parroquia de La Asunción para hacer frente, en ese momento, a ese préstamo de 94.000 euros que debería ser restituido en un plazo de veinte años, y que, en palabras del Obispo, se trataba de una cantidad menor que la que tuvo que hacer frente, por dichas obras, el propio Obispado de Córdoba, que rondaba los 240.000 euros.


De igual manera, Demetrio Fernández mencionaba la cantidad de personas a las que diariamente atiende Cáritas, organismo dependiente de la Iglesia, y cuyos ingresos provienen, principalmente, de las aportaciones de los ciudadanos.

A lo largo de su intervención, Demetrio Fernández agradeció a la Diputación de Córdoba por esa ayuda extraordinaria de 20.000 euros que libró a favor de este templo y al Ayuntamiento de Montilla por la labor prestada.

Desde dicho desplome, sus distintos grupos parroquiales, unidos a la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora Virgen de las Viñas, no dejaron de promover iniciativas para recaudar fondos para la restauración de la imagen del Señor y con los que sufragar las obras de restauración del templo, construido en la pasada década de los sesenta a instancias del párroco Antonio Gómez, Consiliario de Honor de la hermandad, y que fallecía, a la edad de 86 años, un par de meses más tarde de la reapertura al culto de la Parroquia de La Asunción, concretamente partía hacia la Casa del Padre el día 9 de octubre de 2014.

Hasta la reciente edificación en el Barrio de El Molinillo de la Ermita de la Sagrada Familia, la Parroquia de Nuestra Señora de La Asunción era el templo más moderno de Montilla. Sus obras arrancaron en 1962 y se inauguró siete años después, el 30 de agosto de 1969, aunque su consagración no tuvo lugar hasta el año 1973, de cuyo acontecimiento se cumplen ahora 50 años.


Todo ello haciéndolo a través de donativos particulares, organizando tómbolas, corridas de toros, partidos de fútbol, obras teatrales, rifas y un largo etcétera, en las que el párroco montillano Antonio Gómez Márquez desempeñó una labor primordial, y en la que tantos vecinos del barrio, entre los que se encontraba mi tío –residente desde hace más de 40 años en la capital alcarreña-, se ofrecieron a trabajar desinteresadamente a lo largo de casi siete años desde aquel 12 de noviembre de 1962.

La parroquia, que atiende a la numerosa feligresía del Barrio del Gran Capitán, cuenta con tres naves, presidido el templo por el Santísimo Cristo de la Paz, obra del imaginero cordobés Miguel Arjona Navarro. El lógico desconcierto que provocó el derrumbe de la cubierta de La Asunción no impidió que la vida parroquial siguiera adelante.

De hecho, los cultos se trasladaron hasta la iglesia provisional ubicada en la Ronda del Canillo, que fue acondicionada para la impartición de todos los sacramentos y que comenzó a funcionar como tal en la Navidad de 2013. De igual modo, las catequesis preparatorias para la Primera Comunión se llevaron a cabo en la sede de la Asociación de Vecinos Gran Capitán.

La imagen del Señor en la Santa Cena fue restaurada por Rafael Castro Portero

Meses antes de la reapertura al culto de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, el artista montillano Rafael Castro Portero concluía la restauración de la imagen del Señor en la Santa Cena, tras los daños sufridos en dicho derrumbe, siendo repuesta al culto la talla el viernes 14 de marzo de 2014 en el templo provisional de la Ronda del Canillo y realizando una estación de penitencia histórica, acompañado de los doce apóstoles, a los sones de la Centuria Romana Munda, y antecediendo al paso de palio de María Santísima de la Estrella, desde las centenarias Bodegas Alvear, el Martes Santo, 15 de abril de 2014.


No fue la primera vez que Rafael Castro actuaba sobre esta talla del imaginero malagueño Pedro Pérez Hidalgo, que tuvo que ser concluida y policromada en los Talleres Salesianos de Trinidad en Sevilla por el director de la escuela, José María Geronés.

La imagen fue bendecida el 21 de febrero de 1960 en una emotiva ceremonia promovida por el entonces hermano mayor de la cofradía, Julián Ramírez Pino, durante la que actuarían como padrinos de la imagen, José María de Alvear Zambrano y su esposa, Pilar Dávila. Al igual que ocurrió con Nuestra Señora de las Viñas, la talla fue donada a la hermandad por Francisco de Alvear, Conde de La Cortina y celebró su primera estación de penitencia el Lunes Santo de 1960.
















BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
VÍDEOS: CANAL SUR TELEVISIÓN
REPORTAJE FOTOGRÁFICO: PASIÓN POR MVNDA

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