La penúltima vez que la imagen yacente del santo manchego salió de los Trinitarios por las calles de Córdoba fue en el año 2014.
La Comunidad de los Padres Trinitarios, en el marco de la celebración de su Jubileo, con motivo del 50º aniversario de la canonización de San Juan Bautista de la Concepción, fundador del Convento de los Trinitarios de Córdoba, celebró, en la tarde-noche del pasado sábado, día 15 de febrero, una solemne procesión extraordinaria, con la imagen yacente del Santo Reformador de la Orden desde la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
Sin duda, una jornada histórica, en la que, tras la celebración de la sagrada eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, oficiada por el vicario general de la Diócesis, Jesús Daniel Alonso Porras, se iniciaba la salida extraordinaria por el 50º aniversario de su beatificación, atravesando el paso, los primeros metros del Patio de los Naranjos, con las sagradas reliquias del santo, escasos minutos de las 20.00 de la tarde.
La imagen yacente de San Juan Bautista de la Concepción procesionó por penúltima vez por las calles de Córdoba en el año 2014. Más de una década después, se volvió a repetir, de manera excepcional, la imagen de ver al santo manchego por las calles de la ciudad.
Las sagradas reliquias salieron del templo principal de la Diócesis de Córdoba, acompañadas por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de Gracia de la capital cordobesa, para dejar en los fieles y devotos una jornada histórica cargada de fe y recogimiento.
Además, la procesión contó, entre otros, con la participación de la Comunidad de Padres Trinitarios, las Hermandades Trinitarias de la Parroquia: Rescatado y Cristo de Gracia, así como de hermandades cordobesas vinculadas a la Orden Trinitaria, como la Hermandad de La Merced, por su implicación en la Pastoral Penitenciaria.
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Asimismo, asistieron hermandades de Almodóvar del Campo y La Solana (Ciudad Real), lugares estrechamente ligados a la vida del santo, además de hermandades trinitarias de toda España pertenecientes a la Confraternidad de Hermandades y Cofradías Trinitarias. También estuvieron presentes representantes del Colegio Trinitarios de Córdoba, del Laicado Trinitario, de grupos parroquiales y de obras sociales trinitarias, como la Fundación Prolibertas, que gestiona el comedor social y la Casa Libertad para personas sin hogar.
Sin duda, esta solemne salida extraordinaria ha sido uno de los momentos cumbres del Jubileo concedido a los Trinitarios.
El recorrido de esta procesión histórica era un homenaje al paso del tiempo y a la huella dejada por la beatificación de San Juan Bautista de la Concepción. Las sagradas reliquias cruzaron las calles de la Judería, atravesaron Deanes, Conde y Luque, Blanco Belmonte, hasta llegar a las emblemáticas plazas y calles de Córdoba, como las Tendillas y Claudio Marcelo. Las cordobesas y cordobeses, asomados a sus puertas o apostados a lo largo de las aceras, así como numerosos turistas, presenciaban con respeto y emoción el paso de las sagradas reliquias.
A medida que la noche se alzaba sobre la ciudad, la solemne procesión avanzaba hacia el barrio de San Lorenzo, pasando por las mismas puertas de las parroquias de San Andrés y San Lorenzo, por San Juan de Letrán y la plaza del Cristo de Gracia, hasta llegar a las inmediaciones de la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia y San Eulogio, donde las sagradas reliquias entraron cerca de la medianoche, culminando una jornada de luz y tradición que quedará grabada en los corazones de todos los que participaron en esta cita extraordinaria.
Emparentado con San Juan de Ávila, San Juan Bautista de la Concepción ha pasado a la historia como el reformador de la Orden de la Santísima Trinidad, fundando casi dos decenas de conventos. Nacido en el seno de una numerosa familia de Almodóvar del Campo (Ciudad Real), emparentada por parte de padre (Marcos García Gijón) con San Juan de Ávila (hijo único de Catalina Gijón), San Juan Bautista de la Concepción ha pasado a la historia como el reformador de la Orden de la Santísima Trinidad, pero su obra literaria lo coloca también en la constelación de los grandes escritores místicos del Siglo de Oro de España, siendo, sin duda, el escritor ascético y místico español de obra más extensa.
Además, la reforma más famosa de la Orden Trinitaria fue obra suya. Nacido en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) el 10 de julio de 1561, desde pequeño destacó por su gran religiosidad y por realizar prácticas ascéticas con las que buscaba unificar su vida en Cristo.
A temprana edad tuvo una experiencia que marcaría su vida: Teresa de Jesús se hospedó en su casa al ir hasta Almodóvar del Campo para participar en los primeros capítulos de la reforma carmelita y proyectar la fundación de un convento con San Juan de la Cruz y el padre Gracián. A su partida, la santa profetizó que ese niño sería grande en la Iglesia.
Fallecido en Córdoba el 14 de febrero de 1613, San Juan Bautista de la Concepción fue beatificado el 21 de septiembre de 1819 por Pío VII y canonizado por Pablo VI el 25 de mayo de 1975, y propuesto a la Iglesia como un santo de la renovación, fundando 18 conventos de religiosos y uno de religiosas de clausura.
Vivió y transmitió a sus hijos un intenso espíritu de caridad, oración, recogimiento, humildad y penitencia, poniendo especial interés en mantener viva la entrega solidaria a los cautivos y a los pobres. La relación de los trinitarios con la Trinidad, como centro vital y fuente de la caridad que redime, es un tema central en sus vivencias y enseñanzas.
Sus restos se veneran, desde que murió, en el Convento de los Trinitarios de Córdoba. La Diócesis de Ciudad Real (su tierra natal) y la Diócesis de Córdoba (donde murió) celebran la memoria del santo el día 15 de febrero, al día siguiente de su muerte, ya que el día 14 el calendario litúrgico marca la Fiesta de los Patronos de Europa. La Orden Trinitaria mantiene la celebración de la fiesta del santo el día 14, fecha de su muerte.
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