13.11.14

Cofradías del Rosario, de la Aurora y de la Rosa (III de III)


Y lo mismo que sucedió a los Hermanos de La Aurora, aunque sin haber provocado indisposición alguna, los cofrades del Rosario de la Ermita de San Antonio aceptaron como bendita gracia celestial la mediación del moderador eclesiástico Fray Juan Agustín Doblas, guardián franciscano del Convento de San Lorenzo, y su inspirada advocación de La Rosa, votada de entre diez y siete títulos insertos en cédulas, en capítulo celebrado al respecto (11-XI-1714).


Punzón que muestra la fecha de realización de las coronas

Con aportación económica popular -al igual que hoy-, y la de Micaela Sánchez Ribera, esposa de Diego Páez Guerrero, contador del marqués de Priego, duque de Feria y de Medinaceli, etc., y regidor de preeminencia del cabildo municipal -no obstante, luego destituido y despedido por su mentor, y por razones que ahora no vienen al caso-, la hermosa Imagen de Nuestra Señora de la Rosa fue entronizada en la nueva Ermita que por iniciativa de su gran devota edificó en el frontal de la plaza mayor el alarife montalbeño Cristóbal de Estepa -el mismo de la torre dieciochesca de Santiago-, terminada en 1763.

En sucesivos y espaciados capítulos se efectuaron los siguientes nombramientos: (Capítulo convocado por el corregidor Lorenzo José Serrano, en el salón consistorial, a las 5 de la tarde del 19-VI-1804): Hermano Mayor, Vicente Muñoz de Astorga, presbítero; consiliarios, a los eclesiásticos, Jacinto Gómez de Puerta, Antonio Ignacio de Frías, Diego de Trillo y Manuel Rodríguez Cañete; mayordomo, Isidro de la Cruz; administrador de caudales, Juan-Julián Jurado y Aguilar; arqueros de cera, Isidro de la Cruz y Francisco Bañuelos y Aguayo; mayordomos de rifa, Luis y Marcos Sánchez, Antonio Ruiz Mazuela y Bernardo Sánchez; sacristán y santero, Juan de Córdoba. (Capítulo convocado por fallecimiento del Hermano Mayor anterior, en el mismo lugar por el alcalde constitucional José Barrera Pareja el 10-I-1813): Hermano Mayor, Francisco Rodríguez Rubio, presbítero; consiliarios, Francisco de Borja Lorenzo, Juan Cobos y Alonso Delgado; y mayordomo arquero, Fray José de la Cruz, monje trinitario. (Capítulo convocado por el corregidor, Antonio Piernas, "estando en la sala capitular interina", el 27-X-1816): Hermano Mayor, Juan Cobos Luque, cura parroquial; mayordomo, Manuel Rodríguez; consiliarios, Joaquín Villegas, Joaquín Jiménez, Antonio de Frías, Carlos Sotomayor, Francisco de Borja Ruiz-Lorenzo, presbíteros, Joaquín Madrid, José Susbielas, Bartolomé Aguilar-Tablada, Francisco Solano Aguilar Tablada y Alonso Delgado; arquero, Francisco Rodríguez Rubio. El Hermano Mayor electo, Juan Cobos, presentó un memorial de lo gastado "en la obra del retablo y en las demás", designando a los hermanos Aguilar-Tablada para su revisión, por cuanto sabemos de la antigüedad del retablo mayor.

La primera torre, caída durante una noche de temporal en 1819, fue repuesta con aportación del erario municipal.


Nuestra Señora de la Rosa

Por inventario del 6-IV-1860 -efectuado a Luis Jurado Ponferrada, con motivo de la visita pastoral en mayo siguiente, del Obispo Juan Alfonso Alburqueque-, conocemos como entonces se hallaba instalada la Ermita de La Rosa, y algunas de las disparidades observadas con la actual. En el altar mayor, junto a la Titular: "una Imagen del Señor San José, de vestir"; "otra pequeña de San José, de vestir"; "otra del Niño Jesús, de vestir". En altar del Señor de la Resurrección: "[Imagen del Titular]". En altar de Nuestra Señora de Araceli: "[Imagen de la Titular], talla de vestir". En altar de San Francisco de Paula: "[Imagen del Titular], de escultura". En altar de Santa Brígida: "[Imagen de la Titular], escultura". (Hoy en hornacina izquierda del retablo de la Virgen de la Cofradía de La Caridad, en la Parroquia Patronal de San Francisco Solano). "Otras tres esculturas de santos de la Compañía de Jesús en los lados y coronación del retablo". En el cuerpo de la Iglesia: "un púlpito"; "siete escaños"; "un confesionario"; "dos lámparas de lata"; "un cáliz de plata"; "otro de bronce con la copa de plata sobredorada"; "una corona de plata". En el cuarto de la sacristía: "unas andas"; "un torno de madera para subir y bajar la Santa Imagen"; "un trono de talla dorado, unido a las andas"; "una cruz de madera para el Rosario"; y "seis faroles con asta de madera". La torre estaba dotada de las dos campanas.

Hemos de advertir que tanto en este inventario -como en el de fecha 8-XI-1876, con motivo de la entrega por el encargado José María Jurado Molina al arcipreste José de los Ángeles y Salas-, no se hace alusión alguna al resplandor plateado de la Imagen de la Virgen. En reseña más detallada como suplemento agregado al más posterior, entre otros objetos, se hace constar: "una media luna de plata con piedras finas para la Virgen"; "una corona de plata con piedras finas para el Niño de la Virgen"; "un rosario engastado en plata que tiene la Virgen"; "otro [de igual metal] del Niño"; "un collar que tiene el Niño de perlas buenas con su joya y cruz de oro y esmeraldas"; y "dos pulseras que tiene el mismo Niño con cuatro hilos de perlas buenas cada uno". Tampoco sabemos si la Imagen de Nuestra Señora de la Rosa tuvo en principio corona o diadema, ya que en las investigaciones realizadas anteriores a 1980 -de preparación de nuestra Guía Histórica y Artística de Montilla (Ed. Salamanca, 1982)- comprobamos en las coronas el punzón del platero cordobés Martínez (1800).

Enrique Garramiola Prieto
Noviembre 1999

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