3.5.17

Veinticinco años de sueños e ilusiones por y para la Semana Santa Chiquita de Montilla


El pasado sábado, día 29 de abril, a partir de las 18.30 de la tarde, tuvieron lugar los Desfiles Procesionales Infantiles de la Semana Santa Chiquita de Montilla, llevando a cabo el mismo itinerario que en su última edición.


De este modo, el cortejo partió, integrado por centenares de niños y niñas, desde la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, prosiguiendo por la calle Doctor Raúl Porras, avenida de María Auxiliadora, avenida de Andalucía, Puerta de Aguilar, Corredera, Arcipreste Fernández Casado e Iglesia, para finalmente concluir en la Parroquia de Santiago Apóstol.

Desde la organización de este acto se animó a participar a todo el pueblo de Montilla en dichos desfiles, que fueron recuperados en la mañana del 17 de abril de 1994 en el seno de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, si bien dicho anhelo comenzó a gestarse dos años antes, partiendo desde cero, siendo Miguel Bellido Mora el alma mater de este evento.

Tal y como se recoge en el libro ‘Montilla en la mirada’, publicado a finales del pasado siglo XX, con fotografías de Manuel González Candelas y textos de Miguel Aguilar Portero y José Rey García, Rafael Pedraza Ponferrada fue el iniciador de la Semana Santa Chiquita montillana durante su etapa como hermano mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno a finales de la década de los 50 del siglo XX.


Fueron varios los años que esta procesión, que reproducía en pequeño la de la mañana del Viernes Santo, recorrió las calles colindantes a la Iglesia de San Agustín, en unas ocasiones la mañana del Domingo de Ramos, y en otras, el Día de La Cruz. Se podrían destacar varios puntos del itinerario, pero la bajada de la calle Ancha con la iglesia al fondo, tenía particular significado y estética.

La ilusión de los pequeños nazarenos, que ese día se sentían verdaderos protagonistas, duró pocos años. A mediados de los 60 del pasado siglo, dejó de salir una procesión que con el tiempo se mostraría como auténtica cantera de futuros dirigentes de cofradías.

Afortunadamente, la Hermandad de La Santa Cena recogió tres décadas después el testigo, y en 1994 volvió la procesión a la calle. Nuevas fechas, después de Semana Santa, y el deseo de que estén representadas todas las hermandades, animan esta segunda etapa. Los niños montillanos han vuelto a ser protagonistas de una procesión en la que la alegría infantil se confunde con el acercamiento a nuestras más populares tradiciones religiosas.


BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA

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