12.6.17

Las altas temperaturas registradas marcaron ayer la XVIII Romería en honor a Nuestra Señora de las Viñas


Ayer domingo, día 11 de junio, fieles y devotos peregrinaron, en menor afluencia que en otras ocasiones debido a las altas temperaturas registradas, y como cada mes de junio desde el año 2000, junto a Nuestra Señora de las Viñas en Romería, que en esta ocasión ha cumplido su 18ª edición, estando organizada por la Hermandad de La Santa Cena, contando con la colaboración, a la hora de los preparativos, de la Asociación Cultural Benéfica Grupo Romero Virgen de las Viñas y Amigos del Caballo.


A primera hora del domingo, que este año ha sido el segundo del presente mes, tuvo lugar, alrededor de las 8.30, en la puerta de la Ermita de Nuestra Señora de la Merced, en el corazón del barrio del Gran Capitán, un desayuno molinero, tras el cual se inició la Romería, acompañada, además, de carretas, coches de caballos, amazonas, carrozas, caballistas y jinetes por los caminos de los campos de Montilla, con destino al hermoso paraje de Cañalerma, presidida por la imagen de la Santísima Virgen, a los sones de la flauta y el tamboril.

A su paso por el Cuartel de la Guardia Civil, los organizadores del evento realizaron una ofrenda floral a la Virgen del Pilar, patrona de esta institución desde que el 8 de febrero de 1913 el Rey Alfonso XIII firmara la orden para su proclamación. A la llegada de la peregrinación romera a Cañalerma, se celebró, al mediodía, la Santa Misa de Romeros, en la que intervino el Coro Rociero de la Hermandad de Nuestra Señora de Belén.


Finalmente, en torno a las 19.00 de la tarde, se produjo el regreso de la comitiva, teniendo lugar una ofrenda floral en la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora. Alrededor de las 21.00 de la noche, Nuestra Señora de las Viñas regresaba a su templo, siendo despedida, con los honores que se merece, con el canto emocionado de alabanza de la 'Salve Rociera'.

De este modo, los peregrinos volvieron a vivir así uno de los momentos más emblemáticos de una jornada festiva, caracterizada por un ambiente de convivencia alegre y cordial entre todos ellos, pero sobre todo de devoción y fervor hacia la Madre de Dios.

Asistieron al acto el alcalde de Montilla, Rafael Llamas Salas; la segunda teniente de alcalde de Economía, Hacienda y Organización Interior, Ana Rodríguez Gil; la concejal de Comercio y Festejos, Lola Casado García; y el concejal Luis López Santiago.


Tras los tres primeros años en los que presidió la Romería la imagen de Nuestra Señora de las Viñas, patrona del noble gremio de la vid y del vino, y obra, en agosto de 1956, del insigne imaginero valenciano, afincado en Córdoba, Amadeo Ruiz Olmos, siendo donada la misma por el Conde de la Cortina, desde el año 2003 una réplica de esta advocación mariana, donada por el montillano Manuel García Jiménez, hace lo propio cada mes de junio.

De esta manera, la Santísima Virgen estrenó vestido el pasado año, así como un nuevo manto, después de catorce años sin poder hacerlo. Asimismo, fue restaurada su aureola, ante su avanzado estado de deterioro, recibiendo, además, un baño en plata.

Todos estos estrenos, que fueron llevados a cabo en la empresa Siglo Barroco de Puente Genil, fueron posibles gracias a una donante anónima, fiel devota de Nuestra Señora de las Viñas, para que la Madre de Dios luciera en su carreta, tirada por dos bueyes, con todo su esplendor.


Histórico precedente

No obstante, estas dieciocho ediciones de la Romería en honor a Nuestra Señora de las Viñas tuvieron su precedente hace ya casi 61 años, tal y como recogió Julián Ramírez Pino (q.e.p.d.) en su libro ‘Montilla: Entre la Historia y la Memoria (1950-1975)’.

De esta manera, la primera Romería en honor a Nuestra Señora de las Viñas, y por tanto la primera vez en la que procesionó esta imagen de Amadeo Ruiz Olmos por las calles de Montilla, tuvo lugar el 26 de agosto de 1956, con motivo de la primera Fiesta de la Vendimia, actuando como pregonero Manuel Luque Velasco, siendo capataz de honor José María Navarro Requena, en los inicios de la Hermandad de Nuestra Señora de las Viñas.

La crónica de tan histórico acontecimiento vino reflejada en la revista Munda, editada el 1 de septiembre de 1956: “La imagen salió del Parador de San Francisco Solano en una carreta tirada por bueyes y artísticamente adornada. Era precedida por numerosas muchachas montillanas ataviadas con el traje típico de las vendimiadoras y portando las canastas llenas de riquísimas uvas.


La finca dista de la ciudad algo más de un kilómetro, haciendo su entrada Nuestra Señora de las Viñas en Montilla por la avenida de Las Mercedes cuando ya había anochecido, luciendo esta magnífica arteria un juego de luces fluorescentes que exaltaba aún más la belleza de la Romería.

Puede calcularse en más de 12.000 personas las que presenciaron el paso de la comitiva hasta la llegada a la plaza que hay delante de la Parroquia de La Asunción, en el barrio de El Gran Capitán. En este lugar se había instalado una prensa pequeña como las que se usan en las lagaretas. Las uvas fueron volcadas por las vendimiadoras en una gran artesa y en este recipiente fueron pisadas por dos mozos montillanos en traje de faena.

Debidamente demolidas se pasaron a la prensa, donde estrujadas, fueron destilando el famosísimo mosto que Dios y el tiempo convertirán en las universalmente famosas soleras de Montilla. Llegado este momento, Nuestra Señora de las Viñas bendijo el mosto. Acto simbólico y sencillo en el que se condensa la fe de un pueblo que mira al cielo, porque sabe que de él lo espera todo. Actuaron de padrinos Rafael Ruz Requena, alcalde de Montilla, y su esposa. La noche se generalizó en una gran velada popular”.


Intenso programa de actos

Sin duda, y al igual que en anteriores ediciones, ha sido un intenso programa de actos, preparados con motivo de la XVIII Romería en honor a Nuestra Señora de las Viñas, estando dedicada esta a Catalina Fernández de Córdoba, segunda marquesa de Priego, con motivo de la conmemoración del quinto centenario en el que su padre, Pedro Fernández de Córdoba, le cedió el gobierno de la ciudad de Montilla.

De esta manera, en la noche del viernes, día 2 de junio, tuvo lugar, en la Casa de las Aguas, el pregón de Miguel Bellido Mora. "Fuiste hermano mayor ejemplar del Señor de la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, compartiendo con tu querida esposa Marisol una vida cristiana comprometida. Te erigiste en gran defensor de la Romería, de los vinos, de las viñas y de la tierra al ser Romero Mayor de la XIV Romería Virgen de las Viñas, aceptando la gran encomienda de hacer felices "con todo su fiel romero, a cosecheros y bodegas, viticultores y uveros, los que elaboran el vino antídoto de la tristeza", según ripio", destacaron desde la Asociación Cultural Benéfica Grupo Romero Virgen de las Viñas y Amigos del Caballo.

"Pero te faltaba un nuevo reconocimiento por parte del Grupo Romero: ser pregonero de la Romería. Creemos por tu capacidad y disposición que eres la persona idónea para pregonar la XVIII Romería Virgen de las Viñas, el año que cumple su mayoría de edad. Con este nuevo nombramiento, reúnes, por méritos propios, una especie de "trilogía cofrade-romera" que está al alcance de muy pocas personas. Te reiteramos de todo corazón nuestra más profunda gratitud por el arrojo de asumir tan responsable nombramiento”, añadieron.


De este modo, la montillana Irene María Blanca Cruz, vocal de Protocolo de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, fue la encargada de conducir, como sucedió en la pasada edición, y con buen hacer, el acto de presentación del programa de actos de la Romería, dando apertura a este con la bienvenida a todas las personas asistentes.

Seguidamente, Antonio Gázquez tomó la palabra para presentar el cartel, obra, nuevamente, del mismo, y la revista de la Romería, haciendo un resumen de los artículos que aparecen en esta. Asimismo, durante dicho acto tuvo lugar el nombramiento como Romero Mayor a Antonio Sánchez Moral, y el traspaso del saliente, Mariano Herrador Portero, al igual que se nombró Amigo de la Romería a Antonio Pedraza Polonio.


A continuación, Miguel Bellido Mora pronunció su pregón, siendo presentado por Carmina Leiva Repiso. De esta manera, Miguel Bellido inició el mismo encomendándose a la Santísima Virgen, describiendo la Romería desde que sale hasta que regresa a su templo, y recordando la pérdida de su madre, Carmeli Mora, fallecida el 3 de junio de hace cinco años, justamente en el día en el que se celebraba dicha Romería. Ciertamente, fue un emotivo y sentido pregón pronunciado por Miguel Bellido, que estuvo cargado de devoción hacia Nuestra Madre y Señora de las Viñas, siendo como un diálogo con la Santísima Virgen en voz alta.

Asimismo, durante el acto intervinieron Juan Rafael Portero, presidente de la Asociación Cultural Benéfica Grupo Romero Virgen de las Viñas y Amigos del Caballo; María del Valle Ríos Márquez, hermana mayor de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas; y Lola Casado, concejal de Comercio y Festejos en el Ayuntamiento de Montilla. Por su parte, tanto las esposas de Antonio Sánchez Moral, Antonio Pedraza Polonio y Miguel Bellido Mora, como Carmina Leiva Repiso e Irene María Blanca Cruz, recibieron sendos ramos de flores, con los que concluyó el acto.

BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
FOTOGRAFÍAS: PASIÓN POR MVNDA

No hay comentarios :