La escena principal del nuevo llamador monumental del paso de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia se encuentra inspirada en el cuadro 'El Milagro en el Barrio de Tenerías', obra del artista montillano José Garnelo, en el que refleja el instante de los milagros que San Francisco Solano realizó en el popular barrio de Tenerías.
Un nuevo llamador que del mismo modo recordará, a perpetuidad, a Francisco Tejedera, que en paz descanse, hermano mayor de esta hermandad durante los años 2002 hasta el día 12 de mayo de 2005, en el que falleció, siendo nombrado por esta corporación Hermano Mayor Honorario a Título Póstumo.
La cuadrilla de hermanos costaleros de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, así como hermanos y devotos de esta imagen del Señor, presentaron, el pasado jueves, el proyecto del nuevo martillo monumental para el paso del titular de esta corporación.
La escena principal estará inspirada en el cuadro de Garnelo, ubicado en la Parroquia de Santiago de nuestra localidad, donde el pintor montillano reflejó el instante de los milagros que San Francisco Solano realizó en el popular barrio de Tenerías.
"La obra estará cargada de simbología, ya que el yunque donde golpeará la aldaba del martillo será una copia de la piedra donde descansa el Señor de la Humildad en el momento de su coronación de espinas", destacaron.
"Asimismo, llevará conchas en alusión al espíritu franciscano de nuestra hermandad, racimos de uvas en clara referencia a nuestra ciudad, un ángel que sostiene un costal y un ramo de azucenas en sus manos será el remate final de esta joya. Este último detalle en recuerdo perpetuo de nuestro hermano don Francisco Tejedera, y siendo ese ramillete de azucenas la iconografía que representa a la pureza de María Santísima de la Caridad", añaden.
"El martillo será realizado en los talleres de Orfebrería Andaluza de Manuel de los Ríos e Hijos, y será presentado, Dios mediante, en la Semana Santa de 2019", resaltaron desde la cuadrilla de hermanos costaleros del paso del Señor de esta corporación.
"Desde este grupo de costaleros queremos agradecer enormemente a todos aquellos hermanos y devotos del Señor que se han unido a este proyecto, haciendo posible que este anhelo de todos pudiera verse realizado. No queremos olvidarnos de nuestra junta de gobierno, que con su hermano mayor al frente, siempre nos ha mostrado su incondicional apoyo y cariño hacia nosotros", reseñaron.
"Todo sea en mayor gloria de nuestro Señor. Paz y bien", concluyeron desde la cuadrilla de hermanos costaleros del paso del titular de la Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de la Caridad en sus Tristezas y San Francisco Solano.
'El Milagro en el Barrio de Tenerías'
Tal y como recogía el periódico ABC de Sevilla el 27 de diciembre del año 2009, la historiadora Elena Bellido Vela, especialista en José Garnelo y Alda y el franciscanismo montillano, identifica tres cuadros sobre San Francisco Solano pintados por este, el cual es considerado uno de los más prestigiosos artistas españoles que desarrollaron su producción pictórica durante el tránsito del siglo XIX al XX: «El Milagro en el Barrio de Tenerías», expuesto en la Parroquia de Santiago; el «San Francisco Solano», del Museo Garnelo; y la tabla de ático del retablo de la iglesia del Colegio Salesiano. El más impresionante es el primero, de gran tamaño, colocado y bendecido en julio de 1910, en el trescientos aniversario de la muerte de El santo.
La escena se localiza en la calle Córdoba, en el popular barrio de Las Tenerías. Se cuenta que por esta empinada calle era por donde, en su niñez, Solano transitaba a diario para dirigirse a la Huerta de Las Minas a llevarle el fardel a su padre, repartiendo las viandas entre los pobres que encontraba a su paso. Por ello es el escenario escogido por Garnelo para representar dos milagros que Solano realizó hacia 1580, cuando, ya ordenado sacerdote, fue a Montilla para visitar a su madre e iba un día pidiendo limosna por las calles.
Una mujer le pidió que leyera el Evangelio a un niño de seis meses que llevaba en brazos. Solano vio que el niño tenía numerosas llagas e hinchado el rostro y cuentan que lamió el rostro y las llagas con su boca y con su lengua y a la mañana siguiente el niño amaneció mejor y se curó. Esta es la escena de la derecha. A la izquierda se representa la curación de un tullido que tenía llagas en las piernas y apenas podía andar ayudado por unas muletas. Dicen que Solano le besó las llagas y sanó de inmediato.
BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
PRIMERAS DOS IMÁGENES: HERMANDAD
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