30.5.20

El Obispo de Córdoba presidió el pasado lunes la solemnidad en honor a Nuestra Señora de la Salud


El pastor de la Diócesis quiso resaltar la importancia de tener el alma sanada: “Si uno tiene odio en su corazón o envidia, su alma está herida y necesita ser sanada, más aún si una persona está olvidada de Dios y tiene una falta de salud espiritual. Por tanto, cuidad vuestra salud del cuerpo y del alma”.

La Feria de Mayo de Córdoba tiene su inicio cada año con la Misa en honor a la Virgen de la Salud en su día grande, oficiada por el obispo, monseñor Demetrio Fernández. La ermita situada en el cementerio de la Salud, que guarda esta pequeña imagen de la Virgen a la que cada año se le rinde culto en torno al 25 de mayo, acogió en la mañana del pasado lunes la celebración eucarística a la que acudieron numerosos fieles, respetando en todo momento el aforo permitido por las circunstancias actuales y las medidas sanitarias obligatorias.


Este año la celebración fue aún más especial, como comentó el prelado en su homilía, puesto que la feria no se puede vivir debido a la pandemia, pero sí “tenemos lo esencial, a la Virgen”. Tras recordar cómo en años anteriores tanta gente se ha agolpado a las puertas de esta ermita para saludar a la Virgen antes de ponerse en camino hacia la Feria, Demetrio Fernández quiso poner de manifiesto el gran interés que tenía de acudir a esta ermita para celebrar la Misa “en nombre de toda la ciudad de Córdoba, para saludar a la Virgen y darle gracias por ser nuestra Madre”.

“Esta imagen tan pequeña es un detalle de protección de la Virgen a su pueblo. Se llama “Salud” porque viene a darnos la salud del cuerpo y del alma. Por ello, pongamos todos los remedios para esta salud, especialmente la del alma, que consiste en la paz con Dios y con los hermanos”, explicó.


El pastor de la Diócesis quiso resaltar la importancia de tener el alma sanada: “Si uno tiene odio en su corazón o envidia, su alma está herida y necesita ser sanada, más aún si una persona está olvidada de Dios y tiene una falta de salud espiritual. Por tanto, cuidad vuestra salud del cuerpo y del alma”.

Haciendo alusión a la pandemia, monseñor Demetrio Fernández hizo mención especial a aquellas personas que han vivido en soledad toda esta situación. “Aunque nos ha afectado menos que en otros lugares, hoy queremos pedirle a la Virgen especialmente por aquellas personas que han vivido solas todo esto, aisladas totalmente. Han sido miles las que se han visto sin nadie a su lado. Por eso hemos de pedirle a la Virgen de la Salud este año que nos mire con amor, nos proteja y cuide de nosotros”, expresó el pastor de la Diócesis al mismo tiempo que recordó cómo hemos aprendido en este tiempo a valorar todo, porque “cuando uno pierde algo que valora, lo valora más que nunca”.

El Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, concluyó su homilía dando gracias a Dios por todos los sanitarios y pidiendo a la Virgen que llegue a todos los hogares llevando la salud del alma y del cuerpo.





NOTA DE PRENSA Y FOTOS REMITIDAS EL PASADO LUNES POR LA DIÓCESIS
VÍDEO: DIÓCESIS DE CÓRDOBA

No hay comentarios :