Terminan dos días de continuo ir y venir de fieles y devotos de María Santísima de Araceli, patrona de Lucena y del Campo Andaluz. Dos días de besos, ruegos, plegarias, agradecimientos y lágrimas contenidas. Dos días únicos de besamanos, de instantáneas junto a la Virgen para el recuerdo, de rosarios en su mano para llevarlos a casa, de adoración nocturna y vigilia mariana. Dos días en los que la Reina de Lucena ha bajado al altar para recibir de cerca a sus hijos.
Cerradas las puertas del santuario, la junta de gobierno de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli quiere agradecer la comprensión y apoyo de los devotos aracelitanos para el buen desarrollo del besamanos extraordinario de la Misericordia en honor de la Madre de Dios.
REDACCIÓN / PASIÓN POR MVNDA
FOTOGRAFÍA: ARCHICOFRADÍA DE MARÍA SANTÍSIMA DE ARACELI
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