12.6.18

Nuestra Señora de las Viñas vuelve a ser la auténtica protagonista de una Romería a la que asisten una mayor afluencia de personas que en la edición del pasado año


El pasado domingo, día 10 de junio, centenares de fieles y devotos peregrinaron, como cada mes de junio desde el año 2000, junto a Nuestra Señora de las Viñas en Romería, que en esta ocasión ha cumplido su 19ª edición, estando organizado este evento religioso por la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, contando con la colaboración de la Asociación Cultural Benéfica Grupo Romero Virgen de las Viñas y Amigos del Caballo.


De este modo, a primera hora del segundo domingo del presente mes, tuvo lugar, alrededor de las 8.30, en la puerta de la Ermita de Nuestra Señora de la Merced, en el corazón del barrio del Gran Capitán, un desayuno molinero, tras el cual se inició la peregrinación romera hacia La Pradera por el Camino del Carrerón, presidida por la imagen de la Santísima Virgen, a los sones de la flauta y el tamboril, acompañada, además, de carretas, coches de caballos, amazonas, carrozas, caballistas y jinetes.

Este año el recorrido se realizó por la avenida José Padillo y el Camino de la Zarza, continuando por la vía de servicio de la variante hasta el Camino del Carrerón, para volver por el Camino de la Zarza. Así, a su paso por el Cuartel de la Guardia Civil, los organizadores del evento realizaron una ofrenda floral a Nuestra Señora del Pilar, patrona de esta institución desde que el 8 de febrero de 1913 el Rey Alfonso XIII firmara la orden para su proclamación.

Más tarde, al mediodía, se celebró la Santa Misa de Romeros en La Pradera, contando con la intervención del Coro Rociero Nuestra Señora de Belén. Finalmente, en torno a las 20.00, una hora más tarde que en anteriores ediciones, se produjo el regreso de la comitiva, teniendo lugar una ofrenda floral en la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora.


Alrededor de las 21.00 de la noche, Nuestra Señora de las Viñas regresaba a su templo por el Camino del Parador, avenida de las Camachas, avenida de Andalucía, José Ortiz Sánchez y plaza de La Merced, siendo despedida la Santísima Virgen, sobre las 21.30, con los honores que se merece, con el canto emocionado de alabanza de la 'Salve Rociera'.

Así, a su regreso de la Cooperativa Nuestra Señora de la Aurora, se vivieron varios momentos emotivos, como por ejemplo a la altura de El Parador, donde se detuvo la carreta de la Santísima Virgen, al ser el lugar desde donde partió, por primera vez, en Romería, en 1956, la imagen de Nuestra Señora de las Viñas, titular de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Asimismo, el encuentro con la carreta de la Hermandad Filial Montillana de Nuestra Señora de los Remedios de Aguilar, en la avenida de Andalucía, fue también ciertamente emotivo.

De este modo, los peregrinos volvieron a vivir así uno de los momentos más emblemáticos de una jornada festiva, caracterizada por un ambiente de convivencia alegre y cordial entre todos ellos, pero sobre todo de devoción y fervor hacia la Madre de Dios, que es, sin lugar a dudas, lo más importante de todo.


Asistieron al acto el alcalde de Montilla, Rafael Llamas; la segunda teniente de alcalde de Economía, Hacienda y Organización Interior, Ana Rodríguez; la concejal de Festejos, Lola Casado; y los concejales Miguel Navarro, Cristina Alguacil y Luis López.

De esta manera, tras los tres primeros años, del 2000 al 2002, en los que presidió la Romería la imagen de Nuestra Señora de las Viñas, patrona del noble gremio de la vid y del vino, y obra, en agosto de 1956, del insigne imaginero valenciano, afincado en Córdoba, Amadeo Ruiz Olmos, siendo donada la misma por el Conde de la Cortina, desde el año 2003 una réplica de esta advocación mariana, donada por el montillano Manuel García Jiménez, hace lo propio cada mes de junio.

De esta manera, la Santísima Virgen estrenó vestido en la Romería del año 2016, así como un nuevo manto, después de catorce años sin poder hacerlo. Asimismo, fue restaurada su aureola, ante su avanzado estado de deterioro, recibiendo, además, un baño en plata. Estos estrenos, que fueron llevados a cabo en la empresa Siglo Barroco de Puente Genil, fueron posibles gracias a una donante anónima, fiel devota de Nuestra Señora de las Viñas.


Del mismo modo, en la Romería de este año Nuestra Señora de las Viñas estrenó una nueva corona, donada por una conocida familia montillana, muy vinculada y devota de la Santísima Virgen, así como una nueva peana, luciendo así en su carreta, tirada por dos bueyes, con todo su esplendor.

Nueva ubicación

Tal y como adelantó en primicia Pasión por Mvnda, fue en la pasada edición de la Romería en honor a Nuestra Señora de las Viñas cuando el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, planteó a los organizadores del evento que, de cara a sucesivos años, había que buscar alternativas para celebrar este acto, abandonando, de manera definitiva, el paraje de Cañalerma, que lo ha acogido siempre en casi dos décadas de historia.

De este modo, y a raíz de la polémica suscitada por el traslado de la Romería a La Pradera, situada en la zona baja del Parque Tierno Galván, prácticamente impuesta por el Ayuntamiento, inicialmente se quiso culpar a las tareas de reforestación que están teniendo lugar en Cañalerma hasta que Pasión por Mvnda destapó este asunto.


Una decisión del cambio de ubicación, que será, sin duda, definitivo, y no de forma puntual ni provisional, tomada por el Ayuntamiento de Montilla, con su alcalde al frente como máximo responsable del Consistorio, contando con el beneplácito de los representantes de los organizadores del acto, pero que, sin embargo, busca claramente, insisto, el interés económico del Consistorio Municipal sin pensar en ningún momento en la Romería en sí.

Porque quienes defienden el cambio de ubicación quiero pensar que no se habrán dado ni cuenta que una Romería no es ir a un parque, situado a las afueras de Montilla, a pasar, en el mejor de los casos, un día con la Virgen, por muy mejor dotado de infraestructuras que se encuentre el lugar con respecto a otros espacios, como el paraje de Cañalerma.

Una Romería es algo muy distinto, por mucho que nos quieran hacer ver lo contrario, si bien las personas asistentes quedaron encantadas por el acondicionamiento del lugar escogido para la celebración de la Romería y los comentarios fueron todos positivos en el 99% de los casos.


Por cierto, y son datos objetivos, la Romería en honor a Nuestra Señora de las Viñas ha contado este año -y es un análisis que los medios de comunicación locales deberían haber realizado para valorar, de manera fidedigna, el cambio de emplazamiento-, con una afluencia algo mayor de personas que en la edición del pasado año, siendo similar la afluencia de este 2018 a la de ediciones anteriores a 2017, asistiendo, por tanto a esta, centenares de personas, como ya todos sabíamos previamente que iba a suceder antes de la celebración de la Romería, aunque también podían haber asistido muchas más.

Por su parte, de cara a futuras ediciones, se deberían mejorar algunos aspectos, como la ubicación, en el Parque Tierno Galván, de la carreta con la imagen de Nuestra Señora de las Viñas, que es, sin lugar a dudas, el pilar fundamental de la Romería. Recuerda que sin Ella no hay Romería, y que, a lo largo de todo el año, la puedes encontrar, para su veneración, en la Ermita de Nuestra Señora de la Merced.

BENJAMÍN PORTERO DUQUE / PASIÓN POR MVNDA
FOTOGRAFÍAS: PASIÓN POR MVNDA

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